El interés por el baile comenzó en Romina Mejía luego de asistir a una presentación de ballet en la que participaba una prima. A partir de ahí, el amor por la danza ha formado parte de su vida. Según explicó, se inició en el baile a los seis años en Ballet Jeannette Lantigua, donde tuvo una formación básica en ballet clásico con las profesoras Mónika Torreira, Hortensia Pascual y Jeannette Lantigua hasta los 15 años. A esa edad y con deseos de ampliar sus conocimientos, Romina Mejía Mejía entró a BalleTeatro Dominicano donde adquirió los conocimientos de la danza de la mano de los maestros Carla Fauchard, Wilbert Beltre y Ximena Quintana. “En mis inicios fue un reto para mí, más emocional que físico, ya que cuando era niña tenía sobrepeso y recibía muchos comentarios diciendo que no podría hacerlo, o que si no bajaba de peso no lo haría bien, pero aun así no me rendí”, expresó la bailarina dominicana, quien durante su trayectoria profesional ha participado en presentaciones tanto dentro como fuera del país.

¿Cómo te iniciaste en la carrera?
Desde siempre he tenido interés por el arte, en mi adolescencia tomé clases de pintura con Miguel Gómez. Recuerdo que con la corta edad inicié en mi carrera, eso fue un reto para mi más emocional que físico, ya que cuando era niña tenía sobrepeso y recibía muchos comentarios diciendo que no podría hacerlo, o que si no bajaba de peso no lo haría bien, pero aun así no me rendí. Actualmente toma clases de fotografía como optativa siendo este un nuevo pasatiempo para mí. Estudió arquitectura en la UNPHU y tengo interés por el diseño escenográfico para aportar al mundo del escenario desde otro ángulo.

¿Quiénes fueron y quienes son hoy en día tus referentes en el baile?
Misty Copeland es la bailarina con la que más me identifico por su historia de superación y por ser la primera mujer afroamericana en ascender a bailarina principal. También admiro mucho a Alessanda Ferri por su delicadeza, naturalidad y pasión al bailar.

¿Cuáles crees que son los mayores prejuicios que tiene la sociedad hacia el baile?
Desde mi parecer se piensa que el baile es una profesión fácil o que no requiere tanto esfuerzo, cuando la realidad es que requiere de muchos sacrificios y mucha preparación física y mental.

¿Se puede ser bailarina profesional y vivir de ello actualmente?
Actualmente y al menos en nuestro país considero difícil vivir únicamente del baile, aunque sí existen quienes lo han logrado.

¿Qué crees más importante para entrar en una escuela de baile: la constitución del cuerpo, la experiencia o el movimiento de uno mismo?
Más bien creo que el arte tiene que ver con la disciplina y la pasión que con los recursos que ya tenga la persona, en este caso los conocimientos previos o el cuerpo.

¿Cómo vives tu carrera?
La danza es lo que me llena. En una ocasión por otros compromisos dejé de bailar por un tiempo y me sentía vacía, así que aunque represente muchos sacrificios para mí, ya que además estudio la carrera de Arquitectura, no puedo pensar mi vida sin que la danza ocupe gran parte de mi mente.

¿Cómo ha sido tu experiencia en BalleTeatro Dominicano, cuando entraste a esa academia, que has aprendido?
Entré a BalleTeatro en el 2015 y sin dudas ha marcado mi forma de ver la danza. Recibir las enseñanzas de la maestra Ximena Quintana para mí fue una oportunidad de crecimiento enorme. En general he sentido el calor de BalleTeatro desde el primer día, porque más que formar artistas, allí se preocupan por formar personas más humanas y eso se siente entre los compañeros y amigos que he conocido en la escuela. He aprendido muchas cosas técnicas y teóricas que no imaginaba que existían, pero también que la confianza en gran medida determina lograr o no que la mente y el cuerpo se adueñen de esos conocimientos.

¿Qué trabajo te ha marcado más profesional y emocionalmente?
Considero que nuestra última presentación Hits 2022, ha sido la que más me ha marcado, ya que es la primera luego de la pandemia del COVID-19. Emocionalmente me marcó, porque me ha hecho recuperar confianza en mí como bailarina al ver lo que pude lograr aún luego de mucho tiempo sin entrenar y profesionalmente, porque ha sido la primera presentación en la que he logrado un equilibrio entre los ensayos, un trabajo y la universidad, dónde cada día de ensayo tuve que fabricar la energía.

¿Qué es lo que consideras importante para llegar a ser profesional?
La constancia, la disciplina y la responsabilidad son las tres características que considero más relevantes. Sin constancia no hay disciplina y sin disciplina no hay responsabilidad tanto contigo mismo como bailarín, como con tus entrenadores y compañeros de baile.

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión?
Lo que más me gusta es que me hace sentir comprendida, porque en lo personal considero que es la forma en la que mejor me comunico. La danza es un lenguaje que refleja los sentimientos del alma y que a mi entender puede expresar cosas que las palabras no logran hacer.

Desafío
Con la corta edad en la que inicié mi carrera fue un reto para mi, más emocional que físico, pues cuando era niña tenía sobrepeso”.

Opinión
Actualmente y al menos en nuestro país considero muy difícil vivir únicamente del baile, aunque sí existen personas que lo han logrado”.

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