Mikusy Montana se inicia en su adolescencia como artista anónimo, inundando las calles de Santo Domingo con “tags” o etiqueta de su nombre. Recuerda que fue el nombre “Mikusy” el que escribió en todo el país y con diferentes estilos y tipos de letras, en las que expresaba la necesidad de dejar su marca, de decir “yo soy”, “yo estoy aquí” y alcanzar reconocimiento. Con el paso del tiempo, su labor lo convirtió en representante local de la expresión plástica de la cultura hip hop, la cual fue evolucionando hasta desarrollar el concepto de los “graffiti meetings” (reuniones de graffiti), donde grupos de graffiteros locales se reunían para plasmar de manera libre piezas individuales en largas paredes cedidas por comunidades de la ciudad. Luego, su interés en crecer y aprender más técnicas lo motivó a estudiar en la Escuela de Arte de Altos de Chavón, donde alcanzó el nivel como artista plástico.

¿Cómo se inicia en el arte del graffiti y en qué año empieza a darse a conocer esa cultura?
Comencé a escribir en mi barrio Cristo Rey desde muy joven, era una de las formas de los muchachos darse a conocer y ganar respeto y reconocimiento, porque existía una competencia de quién tenía más nombres en más lugares. Empecé a salir con los graffiteros más adultos, primero en el barrio, luego a otros barrios hasta cubrir toda la capital. Luego de integrarme a la cultura hip hop, empecé a formar parte de grupos que organizaban eventos de hip hop por ser el graffiti uno de los elementos de esta cultura.
Esto me llevó a conocer a músicos, DJs, bailarines de Breakdance, cantantes y activistas de esta cultura, entonces me convertí en un miembro activo y en un emprendedor de la misma. Después de asistir a la primera reunión de “bombarderos” que se realizó en el país, me motivé a organizar mis propios eventos de graffiti, los cuales llamé “Graffiti Meeting”, donde comenzamos a gestionar muros, patrocinio de aerosoles y convocar a los artistas del graffiti emergentes y activos para realizar eventos callejeros tipo “Happening”, donde conjugábamos los 4 elementos de la cultura, entre ellos, me integré a los organizadores de la Cumbre de Hip Hop América Libre, un festival anual de hip hop dominicano, el cual creo que fue lo que me proyectó y me dio a conocer más abiertamente, ya que los eventos se volvieron más frecuentes y más personas se integraron hasta formar este movimiento de arte callejero o “streetart” que vemos en la actualidad de graffiti y sus variantes.

¿Cuáles cambios ha observado en el graffiti con el pasar de los años?
En un principio solo existían los “bombarderos” que son los que realizan firmas o “tags” en las paredes de la ciudad. Sin embargo, se ha podido observar que la técnica, la calidad, el tamaño y la cantidad de personas que lo realizan es mayor, al igual que la aceptación del público han ido en aumento. En principio los graffiteros podían ir hasta la cárcel, pero ahora es aceptado como arte, e incluso las autoridades se hacen eco de este arte al punto que lo incluyen en sus actividades, en los marcos de sus eventos y ceden paredes a los artistas para que realicen sus obras.

¿Cómo define su estilo actualmente?
En la actualidad soy un artista visual, trabajo varios estilos simultáneamente, empleo diversas técnicas y medios para trabajos por comisión o asignaciones. Lo que me identifica como graffitero es el uso de tipografía en mi obra plástica y la influencia de otros artistas del graffiti de calidad mundial como “Basquiat”, entre otros.

Si sus obras hablaran, ¿qué dirían sobre el artista?
Mis obras son un reflejo de mi carácter, personalidad, mis experiencias, lo que he vivido, lo que he aprendido. En el contenido de la obra se refleja lo que he vivido.

¿Qué papel juegan las entidades públicas y privadas en el desarrollo de las artes en el país?
En un principio era un papel no tan importante, sin embargo, en la actualidad algunas entidades públicas y privadas se han valido del arte para hacerlo parte visual de las actividades que organizan. Anteriormente, el Ayuntamiento borraba las piezas de los artistas callejeros, pero ahora las diferentes alcaldías están realizando proyectos de muralización con el propósito de embellecer sus respectivas ciudades y pasamos de tener eventos clandestinos utilizando recursos propios a eventos de gran magnitud patrocinados por entidades públicas y/o privadas. Comenzó como vandálico, pero ahora ya no existe la polémica sobre si el graffiti es arte o no.

¿Alguna obra en especial que haya creado y por qué?
Sí. Un mural que realicé en las paredes de la galería del Palacio de Bellas Artes para la exposición colectiva “Coleactivo”. Fue la primera vez que expuse en una galería de arte y a su vez en la galería nacional más importante. Además, fue la primera vez que un graffitero participaba en una exposición de arte y la primera vez en República Dominicana que una galería de arte daba espacio al graffiti para su exposición.

¿Qué es lo más importante a la hora de plantearse una pintura y qué elementos influyen en ella?
Lo más importante para mí es agotar un proceso creativo de investigación, de búsqueda de referencia y luego conjugar todo eso con lo personal. En mis pinturas influyen la sociedad, la calle, la energía, la pasión que pongo en mi trabajo y las adversidades que he tenido que sobrepasar para llegar a donde estoy.

¿Cuáles desafíos ha enfrentado en su trayecto para ser artista?
La precariedad económica, el hecho de haber nacido en un barrio marginado y haber crecido en la pobreza dificultó la posibilidad de poder adquirir materiales, lo que me llevó a escribir hasta con puñados de hojas de árboles, lo que nuestra lo elitista que es el mundo del arte y las barreras de las clases sociales.

¿Cómo ve el arte en el mundo contemporáneo?
Es una de las áreas de la sociedad más subestimadas, sin embargo, una de las más importantes, ya que ayuda a formar individuos de provecho por la forma en que el arte sensibiliza a las personas. Por suerte la estimación del arte va en aumento, gracias al trabajo de los artistas de todas las ramas.

Presente
En la actualidad soy un artista visual, trabajo varios estilos, empleo diversas técnicas y medios para trabajos por comisión o asignaciones”.

Desarrollo
En principio los graffiteros podían ir hasta la cárcel, pero ahora es aceptado como arte, e incluso las autoridades se hacen eco de este arte”.

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