Telchy Medrano es un artista que nace en el sector de Villa Duarte, en Santo Domingo, de la unión de Terchi Medrano y Celeste Mercado. Realizó sus primeros estudios en la Escuela Emma Balaguer y culminó su formación secundaria en la Escuela Otilia Peláez. En ese tramo de su formación preuniversitaria, presentó sus trabajos artísticos en ferias científicas y otros espacios. Estudió Publicidad mención Diseño en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Telchy es un apasionado de la naturaleza, y en ella precisamente encuentra la motivación para poder plasmar sobre el lienzo todo su talento. Este joven talento lamenta que las entidades públicas y privadas del país no hagan el esfuerzo suficiente para apoyar a los artistas plásticos contemporáneos.

¿Cómo inicia en el arte?
Mis inicios se dan en el dibujo. Mis primeras influencia fueron las animaciones televisivas. Desde pequeño las reproducía. Me parecía interesante cómo los ilustradores podían crear a partir de finas líneas una realidad que tenía personalidad y provocaba emociones. Recuerdo que cuando tenía ocho años, mi papá llevaba hojas de maquinilla y yo con un pequeño lápiz comenzaba a dibujar todo lo que veía. Desde entonces, acostumbro a tener cerca de mí una libreta y material para pintar, sobre todo cuando voy a viajar. Me encantaba tanto dibujar, que los trabajos que hacía cuando estaba en el bachillerato los vendía. Al principio solo eran dibujos, luego comencé a trabajar los acrílicos en letreros de manera clandestina, luego pasé al lienzo. Fue un poco difícil ese cambio, pero me adapté rápido.

¿Cuál es su fuente de inspiración?
Dicen que en el arte, aquello que más repites, es con lo que más te identificas. En mi caso, siempre he sentido mucha atracción, pasión y admiración por todo lo que tiene que ver con la naturaleza; la fauna, la flora, todo. Me gusta mucho trabajar con los paisajes y las aves. Además, sin importar lo que esté pintando, mi primera fuente de inspiración es la naturaleza, ya que siempre genera tranquilidad. El artista necesita eso.

¿Cómo describe su concepto artístico?
Mi concepto lo defino como vanguardista, siempre estético, e innovador. Creo que una de las prioridades del artista es innovar. La era del Renacimiento, por ejemplo, debemos verla como referente, no para replicarla totalmente. El artista debe tener su propia personalidad a partir de esas influencias, no podemos caer en la reproducción. El artista se inspira de grandes obra, pero no reproduce. Lo importante es que el artista le ponga su identidad a la obra, que cree su propio concepto.

¿Cuál ha sido el mayor reto que ha enfrentado en su labor artística?
Hasta el momento, sería lidiar con un bloque artístico con una obra que está en espera y que necesita del 90% de mi capacidad cognitiva. Son momentos muy difíciles, pero gracias a Dios siempre se encuentra la manera de buscar la inspiración necesaria para terminar cada trabajo como corresponde.

¿Qué es lo que más le complace de su trabajo?
Mi mayor satisfacción es ver que en cada pedacito de cada provincia hay una obra mía. Lo he ido logrando poco a poco, el poder dejar ese legado, poder decir que pasé por aquí, por la tierra y dejé algo. Creo que el artista debe enfocarse en eso, y no solo en la parte monetaria. Para mí, el que una persona tenga una obra, es motivo de felicidad. He participado en dos exposiciones realizadas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), encabezada por Román Castillo. Además, actualmente estoy trabajando en una exposición individual.

¿Cómo valora el apoyo de las entidades privadas y las públicas a los artistas contemporáneos?
Entiendo que las entidades tanto públicas como privadas deberían apoyar más el arte en República Dominicana. Muchos artistas tienen que hacer lo que yo hice: buscar su rumbo independientemente, porque no se le abre paso en instituciones para que impartan clases o se desarrollen de alguna manera. Es terrible que para realizar nuestras exposiciones individuales o colectivas, tengamos que tocar demasiadas puertas. Debería haber un cambio significativo en ese sentido.

¿Qué aconseja a los artistas que están iniciando?
Les dijo que de nada nos sirve el talento si no tenemos disciplina, si no somos constantes con lo que hacemos. Todo se obtiene a través del estudio y la práctica, eso hay que tenerlo siempre claro. Hay que desarrollar y cultivar esa verdadera pasión, y no engancharse en modas, porque las modas son efímeras. Estoy agradecido porque aprendí eso con mis profesores, mis apreciados Francisco Mata Lima, Román Castillo, Jhonny Jiménez, y otros grandes maestros que me enseñaron a buscar el conocimiento ante todo. Para lograr grandes cosas, hay que hacer grandes cambios.

Motivación
El artista se inspira de grandes obra, pero no reproduce. Lo importante es que el artista le ponga su identidad a la obra”.

Esfuerzo
Es terrible que para realizar nuestras exposiciones individuales o colectivas, tengamos que tocar demasiadas puertas”.

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