Se trata de un clásico del cine neo noir (en USA refiere temáticas de valores morales y el estado de la sociedad normal estadounidense y su oscuro submundo). Una historia clásica de robo a un banco, por lo que parece al principio: el detective Keith Frazier (Denzel Washington) está en crisis privada y profesionalmente cuando se le confía la gestión de una operación policial a gran escala. El escenario del evento es la sede neoyorquina de “Manhattan Trust Bank”, que fue atacada y sellada herméticamente en una acción relámpago por cuatro figuras enmascaradas. Al llegar a la escena del crimen, Frazier se da cuenta rápidamente: de ninguna manera está tratando con criminales convencionales, sino con virtuosos extremadamente sofisticados y de humor negro. La idea básica del jefe creativo de los ladrones, es tan ingeniosa como simple: al enmascarar no solo a sí mismos, sino también a los cincuenta rehenes en uniformes de obreros pintores desde el principio, hacen que una identificación posterior del perpetrador sea prácticamente imposible. En manos de Spike Lee que la dirigió es una muestra del extraordinario de su talento en su forma -que no le ha sido muy próspera en cuanto a sus planteamientos contextuales de combate al racismo- En este filme reconocemos su noble tendencia a no reproducir estereotipos y aunque de soslayo mantiene su tarea de invertir en cuestiones raciales, sin dejar de lado el buen manejo de la estética del lenguaje cinematográfico presente en este filme, por ejemplo: en el interior del banco se vale de planos secuenciales que permiten mostrar la precisión de reloj que van desarrollando los asaltantes, y usa planos generales para la percepción del ambiente. Valiéndose de las convenciones de thriller, del drama psicológico, echa mano de elementos tales como flash forward y flashback sin miedo y ya vamos viendo en qué parará todo, y es entonces cuando saca de la manga en paralipsis la ironía dramática mientras entrevista a personajes sobre el robo, conjugado con un macguffin que señala algo que esconde el dueño del banco y que es más valioso que el dinero, ese tema es llevado por el personaje de Jodie Foster y con ella vemos que los villanos mayores son quienes tienen poder y capital financiero para usarlo en acciones contrarias a la sociedad. Destaca que todos los personajes tienen secretos, que todos tienen su forma individualista de encarar la vida generalmente de manera oportunista, egoísta e inescrupulosa. En Netflix con ese título.

HHHHH Género: triller de suspenso. Duración: 129 minutos.

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