Stepen King es el escritor de moda más adaptado al cine actual, de factura estadounidense. Se le considera Maestro del Terror. Hemos visto una buena cantidad de sus historias, pero es ésta la que ofrece un cuasi estudio de cómo va enfermando la mente del personaje protagónico, y ya eso es un manjar cinematográfico. Ubica la historia en el 1922, con todo su estilo de vida, para desarrollar el trastorno obsesivo compulsivo, la esquizofrenia y tendencia al suicidio como vía de escape. La narrativa se construye sobre un relato en primera persona de Wilfred James, el narrador no fiable de la historia. Escribe una larga confesión del asesinato de su esposa, Arlette, en Hemingford Home, Nebraska, en 1922. Elegir ese tiempo histórico hace del filme una producción compleja ante la simplicidad de la trama: Una mujer hereda una finca y decide venderla para irse a la ciudad, a lo que se opone su marido, pero ella avanza con su proyecto y le advierte a que se llevará al hijo de ambos; y ya solamente eso empieza a corroer el alma del marido que cuenta con una finca vecina más pequeña y saber que puede perder su hijo que para él (como lo era mayormente en esos tiempos en USA) tiene un valor nominal (indica el valor teórico o ideal de cualquier cosa que pueda ser cuantificable, en oposición al valor real), lo que le enloquece. Es con esos elementos que se construye una narrativa directa y envolvente que aprovecha cada escena para ir mostrando la degradación de aquella familia y del trastorno mental que genera en el protagonista el sentimiento de culpa. La crudeza y a la vez la elegancia de la puesta en escena son torpedeadas por algunos elementos como la insistente muestra de escenas con ratones que, obviamente, buscan señalar la pudrición en que se va convirtiendo el personaje central y su locura. Como drama psicológico se va bien hondo al thriller con una excelente dirección. Muy a pesar de la previsibilidad de en qué terminará -pues ya avisa desde inicio-, la dirección en el elocuente montaje mantiene el interés escena tras escena, por la manera en cómo lleva el proceso de desarrollo de la culpa de varios personajes ante un mismo hecho de sangre que tiende a trastornar al individuo cuando pretende justificar lo que sabe ha hecho mal. La actuación es brillante y ofrece una óptima caracterización del trastorno mental. Es una excelente experiencia inmersiva. En Netflix.

HHHHH Género: drama psicológico. Duración: 100 minutos

Posted in Crítica Cine

Más de cultura

Más leídas de cultura

Las Más leídas