Tal vez no de forma consciente en el caso de muchos, pero es notorio que luego del interés del maestro Gausachs por la herencia africana en la cultura criolla, otros artistas abordarán el tema. Como muestra tenemos la obra de Jaime Colson, Clara Ledesma, Virgilio Méndez y Jorge Severino, por citar algunos ejemplos.
Con la presencia del maestro catalán, hay un mayor interés por explorar el entorno y reflejarlo en las creaciones. Así, porque el artista trasciende en función de la reivindicación de su espacio, sin perder de vista su yo interno, así como el sentido de pertenencia. Gausachs fue un artista español radicado en la República Dominicana. Esto será muy importante al momento de calificar su obra, pues define y reivindica su forma de hacer arte. Vamos a ver escenas caribeñas bajo un estilo y forma de representación europeo.

Sentirse caribeño define la forma de apreciar y aplicar el color, la luz tiene un efecto muy particular en esta parte del globo terráqueo, los colores resultan más vibrantes y eso lo tuvo muy presente “el caballero de Montparnasse”.

Desde el punto de vista estético, se podría decir que José Gausachs reivindica lo negro en la cultura dominicana. Su arribo al país coincide con la dictadura trujillista, la cual se sentía ajena a todo lo afrodescendiente, sobre todo por tener como vecinos a los haitianos. Y es que a pesar de que Santo Domingo es la primera ciudad de carácter europeo en América, la República Dominicana no se independiza de España, sino de Haití. Este hecho marcará la idiosincrasia del dominicano desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Así, porque es difícil asimilar que los dominicanos (descendientes en su mayoría de la mezcla entre “europeos y aborígenes” -dejando de lado la presencia africana-) hayan sido dominados por los haitianos (resultado de la mezcla de diferentes etnias africanas).

Lo antes expuesto explica la visión occidental de los dominicanos de asumir lo negro como lo malo, lo feo y lo negativo, en tanto que Gausachs le devuelve valor al componente africano, a la negritud, sus enigmas y riquezas.

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