En 1963 tropas haitianas invadieron la sede de la embajada dominicana en Puerto Príncipe, violaron reglas diplomáticas y acusaron al Estado dominicano de proteger al teniente Francois Benoit, líder de la oposición haitiana contra Francois Duvalier
Lenin Ramos

Dados los acontecimientos internacionales actuales que involucran tanto a la República Dominicana como a la República de Haití, la Zona Retro de esta semana comparte un reportaje especial sobre la invasión a la sede de la embajada dominicana en Haití por militares haitianos, que pone en jaque la relación entre estos dos países.

Dictadura vs democracia

A finales de abril de 1963, cuando Haití vivía la dictadura comandada por el tirano François Duvalier, a diferencia de República Dominicana que tenía un estado democrático y soberano, dirigido por el profesor Juan Bosch, se produjo un conflicto diplomático de proporciones graves que casi provoca una guerra entre ambos países.

Se trata de la invasión que vivió la Embajada Dominicana ubicada en la capital de Haití, Puerto Príncipe, por miembros del voluntariado de la seguridad nacional, también conocidos como Tonton-Macoute, el 27 de abril. Este evento alcanzó magnitudes tan grandes que requirió la intervención de organismos internacionales.

Acusación Haitiana

El suceso giró en torno a la acusación del presidente Duvalier, sobre el fallido intento de secuestro a dos de sus hijos, en el cual murieron varias personas. El mandatario acusó a Benoit de encabezar dicho acto y a la República Dominicana de otorgarle asilo político. Benoit fue un militar de carrera y campeón de tiro, considerado líder de la oposición haitiana.

Contexto

Cuando el encargado de Negocios de la República Dominicana en Haití, doctor Frank Bobadilla Rejincos llegaba a la Embajada Dominicana fu abordado por dos soldados haitianos armados con fusiles. A los que les pidió retirarse, en cambio, estos hicieron caso omiso y registraron todas las oficinas de la sede diplomática. Ante las protestas del plenipotenciario los soldados haitianos abandonaron la estructura, pero permanecieron en los alrededores, rodeando las afueras de la entidad.

Reacción del gobierno dominicano

Horas después del incidente, el presidente de la República Dominicana, profesor Juan Bosch, pronunció un discurso desde el Palacio Nacional, en torno a la situación creada por los atropellos cometidos por el gobierno haitiano. “Este gobierno no ha cometido el menor acto de agresión, ni siquiera verbal, contra ningún gobierno de América, a pesar de que en América hay varios gobiernos que no son democráticos. Sin embargo la dignidad dominicana ha sido ultrajada en Haití de manera indignante. Y no estamos dispuestos a tolerar esa situación, y no la toleraremos por ningún motivo”, expresó el mandatario.

En referencia al pueblo, hizo saber que todos tenían conocimiento de la violación a la cancillería y la embajada dominicana por parte de la policía haitiana. De igual manera, aclaró que el país que no se hace respetar no tiene derecho a llamarse una nación libre; y que la República Dominicana era una nación libre, por voluntad de sus fundadores y por la sangre de los que la mantuvieron libre y soberana; así como lo es por voluntad de su pueblo y por la decisión del gobierno democrático que el pueblo había elegido ese 20 de diciembre del 1962.

Otros ataques

En ese sentido, señaló que no había sido el único ataque realizado a la República Dominicana, ya que en enero de ese año (1963), había aparecido asesinado el cónsul dominicano en Los Cayos, y que hasta ese entonces el gobierno haitiano no había dado una explicación sobre el salvaje crimen.

De igual manera, explicó que Haití con la intención de ofender a los dominicanos había estado rechazando diplomáticos dominicanos y declarándolos no gratos, como fueron los casos de Marcos A. Cabral, Ciro Amaury Dargam Cruz y Antonio Jiménez Dájer. Así como la negación de salvoconductos a los haitianos asilados en la embajada dominicana en tierra haitiana.

En relación con esto, señaló que desde junio de 1962, un año antes, cuando comenzaron a asilarse haitianos perseguidos por su gobierno, solo seis habían obtenido salvoconductos de 28 que se habían asilado.

Reacción Social

Violentos disturbios en las afueras de la Embajada haitiana fueron la respuesta de los ciudadanos dominicanos ante la actitud del Gobierno de Haití contra la soberanía nacional. La intención era vengar los ataques hechos a la embajada dominicana en Haití.

La multitud enardecida lanzaba piedras al edificio al mismo tiempo que gritaban frases como “incendien la bandera haitiana” y “¡Abajo Duvalier!”, mientras la policía acudió al lugar utilizando bombas lacrimógenas para frustrar el piquete frente a la embajada. La pedrea duró más de dos horas y rompieron los vidrios de la puerta del frente.

Respaldo Nacional

La asociación de Industrias de la República dirigió un mensaje al presidente Bosch ofreciendo plano respaldo a las medidas y decisiones tomadas por el Gobierno frente a las violaciones cometidas por el gobierno de Haití.

Entre las medidas tomadas por el presidente Bosch ante la situación imperante en ese entonces, se puede mencionar: que ordenó rodear de militares la embajada haitiana, para evitar que esta fuese atacada por civiles. De igual manera mandó a militarizar la frontera con soldados bien armados, así como reiteró la advertencia a las autoridades haitianas de que si Haití agrediese nuevamente a la República Dominicana se tomarían caminos diferentes.

Ayuda internacional

El Primer magistrado de la nación envió una carta al presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en la cual reiteró la postura del Gobierno dominicano frente a la crisis que afectaba a las dos naciones, República Dominicana y Haití, que comparten el dominio de la isla.

La carta fue publicada en el periódico El Caribe, del cual extraemos los siguientes fragmentos:
Excelentísimo señor:

“Tengo a honra acusar recibo del cable de Vuestra Excelencia de fecha de ayer en el cual transcribe la parte dispositiva de la resolución aprobada anoche por el Consejo de esa Organización convocando la reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores Americanos para estudiar la situación que ha surgido entre la República Dominicana y la República de Haití.

Mi Gobierno se complace en informar a Vuestra Excelencia que está dispuesto a prestar su más amplia cooperación a la comisión designada por el Consejo, actuando como órgano provisional de consulta, para estudiar sobre el terreno la situación anteriormente mencionada, y a no realizar ningún acto susceptible de agravar el estado de cosas existente”…

Comisión de OEA llega a Haití

Cinco integrantes de la comisión de la OEA llegaron a la capital de Haití para estudiar la situación entre los dos países vecinos, de manera que se pudiera solucionar de buena manera el conflicto establecido.

La comitiva estuvo compuesta por Alberto Zuleta, jefe del grupo que llegó desde Santo Domingo, Santiago Salazar Santos, de Colombia; Enrique Gajardo, de Chile; Armando Interian, de El Salvador y de Estados Unidos William Sanders, asistente del secretario general de la OEA.

Negociaciones y solución

En un acuerdo entre los dos mandatarios, se concluyó que Duvalier aprobaría salvoconductos a veinte de veintitrés asilados que se encontraban en la Embajada dominicana en Puerto Príncipe.

Algunos dominicanos deseaban una actitud más enérgica para destruir por completo el régimen haitiano. Otros prefirieron que la cuestión terminara pronto así todo se tranquilizaba.

El presidente Bosch expresó que los problemas de dignidad y de soberanía no se medían por el número de personas afectadas, haciendo referencia a que la disputa domínico-haitiana continuaba porque eran tan importantes tres como veinte.

En ese sentido, enfatizó que la democracia dominicana y la dictadura haitiana no podrían existir de lado a lado, ya que Duvalier era un peligro perpetuo para los dominicanos.

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