I.- Introducción

1.- Desde siempre se ha discutido si la conducta de la especie humana está influenciada por lo biológico o genético, o por las condiciones ambientales, principalmente socioculturales, o por ambos factores a la vez. En lo que no hay discusión es que, en cada medio social, esa conducta está conformada por los actos que habitualmente ejecuta una persona.

2.- Apartándonos de la influencia de lo biológico o lo social, en la forma de proceder los seres humanos, el ordenamiento económico que predomina en nuestro país genera, en la conducta de los dominicanos y las dominicanas, toda una serie de vicios que se observan como habituales.

3.- La rutina en la ejecución de algunos actos, en muchos miembros de la comunidad dominicana evidencia una especie de adicción a los mismos; uno de esos vicios frecuentes es el chisme que está como una dependencia; se hace uso de él con una espontaneidad que prueba la naturalidad, la familiaridad en la práctica de quien lo ejecuta.

4.- El chisme está tan ligado a algunas personas que las convierten en adictas a su manejo; lo consideran como un soporte, un pilar de su modo de vida y sin el cual no pueden manejarse en sus relaciones con los demás.

5.- Aquel que se aclimata a practicar el chisme se capacita para utilizarlo tanto que lo adecúa a su forma de ser, procurando acreditarlo dándole valor de confianza absoluta a lo que en él se ha fundamentado. El chismoso busca que su chisme adquiera categoría de documento auténtico.

6.- El que profesa el chisme llega a cultivarlo en un grado tal que lo abraza como una religión; logra tenerlo como una doctrina para sus relaciones, de su accionar en el medio donde vive. Lo reconoce como si fuera un don divino, y su convicción por él no tiene límites.

II.- El Papa y los chismosos

7.- El Papa Francisco se ha ganado a las personas sensibles del mundo, sin importar creencia religiosa. Él llega a comunicarse con facilidad; no tiene nada de introvertido o reservado a la hora de manifestar su sentir con relación a un asunto de interés general.

8.- El hecho del Papa hacer saber al público cuál es su sentir en torno a un fenómeno social cualquiera, nos lo presenta como un intérprete consecuente de la comunidad humana que se siente a gusto al momento que escucha la opinión de una persona con calidad moral para informar o de cualquier forma difundir sus sentimientos.

9.- Ante un ambiente mundial dañado por los vicios sociales, resulta reconfortante oír censura a las taras sociales. Lo que perjudica al ser humano hay que buscar la forma de eliminarlo, y si el Papa, contribuye a quitar lo nocivo, debemos apoyarlo.

10.- Todo aquello que haga posible la sana convivencia hay que recibirlo con alegría, con gran satisfacción. Escuchar al Papa, pronunciarse contra el chisme, debe motivar buen humor, a ponerse contento. El chisme es, a nuestro entender, una lacra social.

11.- Ciertamente, como dice el Papa, los chismosos son una plaga peor que la COVID-19. El que ejecuta el chisme disfruta lastimando a las personas de bien. Real y efectivamente, “el chisme cierra el corazón de la comunidad”. Está presente en la boca de los perversos, de los que ríen al maltratar a su prójimo.

12.- El Papa tiene un criterio tan claro y definido del chismoso, que al dirigirse a sus fieles en el catolicismo, les dice: “El mayor conversador es el diablo, que siempre anda diciendo cosas malas de los demás, porque es el mentiroso que trata de desunir a la Iglesia, de alienar a sus hermanos y no de hacer comunidad”.

13.- La vida nos enseña que por los chismes se echan a perder relaciones fraternas cultivadas durante muchos años. Aquel que maneja el chisme hace de ese vicio un instrumento maldito con el que llega a averiar, a afectar vínculos nacidos con gran amor.

14.- Creyentes y no creyentes deben estar de acuerdo con el Papa, en su opinión de lo que genera el chisme, que no es más que tirantez allí donde hay cordialidad; distanciamiento entre camaradas y discordia ante la concordia. Erradicar el chisme permite hacer desaparecer la disensión y el odio.

15.- Al dictaminar sobre lo que tiene que ver con el chisme, el Papa enseña su sentir bondadoso porque orienta respecto a una tara que en nada favorece a la convivencia civilizada. Emitir su parecer para bien enseñar es demostración de comportamiento generoso.

16.- El Sumo Pontífice, al glosar sus razonamientos de lo dañoso que resulta el chismoso para el buen vivir, llama a la comunidad humana a que abrace aquel comportamiento que demuestra sensibilidad, gran bondad en los seres humanos.

17.- Al manifestarse censurando a los chismoso y compararlos con la COVID-19, invita a los cristianos de corazón, a que se mantengan al margen de aquellos individuos que habitan en el globo terráqueo solamente para servir de ejemplos perversos, como los siniestros que solo viven para infamar, vituperar, pero nunca acreditar.

18.- La realidad le está diciendo a los fieles católicos que con la presencia del Papa Francisco, al frente de la Iglesia Católica, se ha inaugurado una nueva época del catolicismo con un guía que ha sido capaz de pensar y decir que: “…Mientras una parte de la humanidad vive en opulencia, otra parte ve su propia dignidad desconocida, despreciada o pisoteada y sus derechos fundamentales ignorados o violados». ¿Qué dice esto acerca de la igualdad de derechos fundada en la misma dignidad humana?

Reflexiones

a) El ser humano no siempre abrazó el chisme como formando parte de su cultura. Por tanto, ha de llegar una etapa del desarrollo social de las fuerzas productivas, en la cual la especie humana estará liberada espiritualmente de toda clase de vicios sociales y, entre ellos, el chisme.

b) En la medida que una sociedad se deteriora, más vigencia tiene el que hace uso habitual del chisme. Los vicios sociales nacen, se desarrollan y se mantienen en ambientes donde la mediocridad sobresale, de ahí que en nuestro país los farsantes abundan.

c) En la actualidad, como vicio social, el chisme está presente en todas las clases, capas y sectores de la enferma sociedad dominicana. Él existe como algo sociocultural que ha infectado a todo el tejido social dominicano.

d) El chismoso tiene sus iguales: es hermano gemelo del sinvergüenza, primo directo del traidor y sobrino del intrigante. Esta familia tiene en común que se amamanta del rumor y no sirve ninguno de sus miembros.

e) Hasta tanto la sociedad humana no se libere de la epidemia del chisme y su más fiel intérprete que es el insidioso, los sufrimientos en las personas siempre serán una posibilidad latente, porque nadie está fuera del alcance de quien acecha al que es de buenos sentimientos para causarle sinsabores y pesares.

f) El Chisme es tan dañino que lesiona al que lo dice, al que lo escucha y a quien lo difunde; y su efecto dañoso y contaminante se extiende a todos aquellos que ingenuamente dan crédito al runrún propagado que contamina a los crédulos.

I Cnn en español, 6 de septiembre de 2020
II Ídem
III Fratelli Tutti, Todos hermanos. Sobre la fraternidad y la amistad social. Página 25

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