Aníbal Bravo también era pelotero, jugaba amateur, pero lamentablemente se lesionó y no pudo seguir jugando

Ramón de los Santos, mejor conocido artísticamente como Aníbal Bravo agradece a sus padres, abuelos y a los sacerdotes y monjas de la casa curial en Las Matas de Farfán por los valores que le inculcaron, pues desde pequeño era monaguillo.

Recuerda que en su comunidad formó el coro de la iglesia, que luego entregó a la monja Teresita, quien tenía un doctorado en Piano, y además le había enseñado a tocar ese instrumento.
“A los 15 años ingresé a la banda de música municipal de mi pueblo, en la que me desempeñaba como batutero, también empecé en la academia de música con los maestros Almánzar y Luis Pérez”, recordó el Comandante Aníbal Bravo, cuya carrera artística arriba a sus 50 años. Su deseo para conmemorar este importante acontecimiento es que “me celebren mis 50 años en la música, pues eso es lo que creo que me merezco”.

1. Nacimiento
Nací en Las Matas de Farfán, donde se da el chenchén, un pueblo al que llamo el “Pequeño París”, donde Dios me dio el privilegio de nacer con la música por dentro. Soy el cuarto de 10 varones y tres hembras de padre y madre, además tengo 8 hermanos de padre. Creo que tanto mis hermanos como yo nacimos músicos desde el vierte de nuestra madre, por genética, todos nacimos con ese arte. Aunque desde pequeño fui muy travieso, también era emprendedor, practicaba deportes y estudiaba música, tenía como 10 años. Recuerdo que la academia de música quedaba frente a la cancha de voleibol, entonces cuando salía de un lado, entraba al otro. Mi hermano mayor Teonildo, ido a destiempo fue el primer trompetista de la banda de música y de la orquesta de mi pueblo que era La Estrella del Sur, me inspiró muchísimo. Mi abuelo paterno era músico, mi madre María Regla Aquino cantaba y mi padre, Pascual de los Santos tocaba la guitarra, recuerdo que detrás de su cama había una guitarra colgada. Podría decir que nacimos en una academia de música, nos formamos todos con una guitarra, los mayores íbamos enseñando a los más pequeños. Él también tenía un taller de ebanistería y jugó pelota, me contaban que fue uno de los mejores pitches que hubo en ese tiempo. Cuando yo tenía 15 años tenía un grupito que se llamaba Los Jarritos. Hacíamos conciertos en el bar de Neyda, una señora que es un ícono de Las Matas, tocábamos los domingos. Ahí era que desfrutaban todas las gentes del pueblo que iban a vernos tocar. Después, pasamos a tocar en el parque, fui el tambor mayor, el batutero que dirigía la banda. Recuerdo que ganaba cinco pesos”.

2. Pelotero
Como también era pelotero, vine a la capital en varias ocasiones, me trajo un amigo que se llama Sanó que era pelotero, era de Hato Mayor, me entró a su equipo cuando vio mi destreza. Ese señor se enamoró de mí de una manera familiar. Cuando llegué a la Capital, vino el entrenamiento profesional del Licey, como jugaba Amateur había un equipo que se llamaba La Regional, hacíamos intercambios oficiales con Barahona, Azua, Baní, San Cristóbal, Elías Piña, entre otras provincias, Olmedo y Fiquito Suárez, peloteros íconos, dirigentes retirados del Licey dirigían el equipo de San Juan de la Maguana, eso fue en los años 68-69. Pero lamentablemente me lesioné y no pude seguir jugando pelota y me fui de nuevo a Farfán. Ahí me encontré de nuevo a Sanó. Como él viajaba a la Capital, un día me encontró debajo de una mata tocando guitarra con mis amigos y me dijo que lo acompañara, le pregunté a dónde me llevaba, me dijo que me estuviera tranquilo, entonces llegamos a la capital a la casa de su madre. Recuerdo que le dijo a su mamá que yo era un talento dominicano que no se podía dejar perder, que era de una familia honesta, que cuando él iba a Farfán comía y dormía en mi casa. Le dijo a su mamá que la comida que ella le guardaba todos los días me la diera a mí y la habitación donde él dormía también, porque mi mamá hacía lo mismo con él, y ahí me quedé. A Sanó le agradezco toda la vida. Después de un tiempo, regresé a Las Matas”.

3. Revolucionario
En mi pueblo, como sabía trabajar electricidad de construcción y estaban haciendo el liceo de Las Matas, recuerdo que en los 12 años de Balaguer, cuando iban a inaugurar, mandaban una semana antes a los cascos negros y declaraban toque de queda. Una vez saliendo del convento me senté frente al teatro con los muchachos, tenía el palo de dirigir el coro en las manos, entonces cuando pasó una patrulla le bocee que estábamos hartos de la huelga. Recuerdo que sobaron las pistolas, nos metimos en una casa, a los muchachos se los llevaron presos, me salvé porque me metí en la casa de La Negra, pero ella me dijo que me saliera que sus hijos no se metían en nada y me acusó de comunista. Como su casa colindaba con la casa curial entré ahí, el padre me dijo que no podía quedarme porque la Policía me vio entrar, me dijo que me fuera a la casa de las monjas. Como en ese tiempo mataban mucha juventud, ellas me trancaron. Como a las 6 de la mañana estaba el convento rodeado, por suerte de Dios era un fiscal interino, Javipito que hacia la Bohemia con nosotros y sabía que yo estaba ahí, entonces hizo como un amarre para dar tiempo a que las monjas me sacaran del convento. Ellas me trajeron a la capital vestido de monja, me hospedaron en el Colegio Santo Domingo, que era de las muchachitas ricas del país, ahí solo podía comer, no podía quedarme a dormir, pero en el patio vivía la madre de una de las monjas y me quedaba ahí. Fue Dios que me salvó”.

4. Empleo
Cuando volví a la capital empecé a trabajar en Textil Los Mina como conero, estaba pasando mucho trabajo, mi primo hermano ido a destiempo Pollo de los Santos me ayudó, como sabía que jugaba pelota y en la empresa donde trabajaba había un equipo de softball, me consiguió trabajo, le dijo a su jefe que yo era su hermano, que era pelotero. En la compañía era el que regaba los conos de hilo a las señoras que cosían. Recuerdo que en el equipo necesitaban un sior stop, cuando el jefe de mi primo me vio jugando, me dijo que yo no podía estar cargando conos, y como en ese tiempo estudiaba Contabilidad me puso como auxiliar del departamento, como sior stop y me aumentó el sueldo”.

5. Gusto por la música
Como me gustaba la música, iba al Caribeño, ahora Jet Set, donde tocaba Jhonny Ventura, a quien agradezco muchísimo. M e hice amigo de sus músicos, Pablito Barriga, Mejía el pianista… Como sabía tocar piano que me había enseñado la monja Teresita, me aprendí el Pingüino en el piano, entonces cuando llegaba al Caribeño, Mejía me daba la oportunidad para tocarlo. Ahí conocí a Juan Luis Pérez, hijo del maestro Luis Pérez, creador del merengue la Agarradera de Johnny Ventura. Él había conseguido un trabajo en un sitio llamado el Chacareo por la UASD, tocaba piano fijo, entonces me dijo que formáramos una orquesta, ahí formamos la Típica Dominicana como en el 73 con Blas Durán, Bobby Rafael, Tony Seval a quien le decíamos Kuky. Como era amigo de su hijo, cuando íbamos a tocar en las fiestas, el maestro Luis nos hacía el arreglo, al ver mi talento me ayudó, me enseñó a armonizar música y a hacer arreglos. Como fui comparoncito, siempre estaba bien vestido, Juan Luis era una persona muy honorable, pero muy descuidada, no era emprendedor, entonces fui haciendo mis relaciones en los medios con Mundito Espinal, Joseph Cáceres… y entonces formé La Típica Dominicana, no como Aníbal Bravo, sino como Chichí de los Santos. Cuky, Boby Rafael y Blas Durán se fueron conmigo. Todo lo que tengo se lo agradezco a Dios y a la monja Teresita”.

6. Precariedades
Cuando formamos la orquesta no tenía piano, ni guitarra, de nada, íbamos a debutar en el Canal 4, que fue donde empezó el Show del Mediodía. Un día estando en el programa Tres x Tres con Cecilia García, Freddy Veras Goico y Cuquín Victoria, cuando eso el programa estaba en el 9, llegué al canal y agarré la guitarra de Freddy, cuando me vio me preguntó que quién me dijo que le pusiera la mano, pero él no sabía quién era yo, entonces Guillo Carías le dijo que era de su pueblo. Freddy me preguntó que de dónde era, le contesté que yo era el muchacho que hacía una semana él le había echado el boche, entonces me preguntó si me atrevía a tocar en el aire y le dije que sí. Recuerdo que estaba temblando. Ahí fue que me dieron el debut en el Show del Mediodía y arrancó La Típica Dominicana con Aníbal Bravo. Freddy fue el protagonista y doña Zaida me puso el Comandante. Así formé la orquesta y el nombre del Comandante Aníbal Bravo. También, ahí conocía Guillermo Henríquez que era el dueño del Caribeño, uno de los mejores periodistas, que Dios lo tenga cuidadito allá arriba”.

7. Agradecimiento
Cuando formé la Típica no tenía una grabación, ni nada, le pedí a Guillermo que me ayudara, me dijo que él no era disquero, le expliqué que si no lo hacía me iba a tener que ir de nuevo a Las Matas a llenarme de muchachos. También le dije que quería ayudar a mi familia, a mi padre y a mi madre que se habían separado y traer a mis hermanos a la capital. A la semana me llamó, me preguntó qué tenía listo, le comenté que tenían el merengue Achucuchá y La leche, entonces me dijo que me iba a invertir, aclarándome que no era disquero, y me grabó esos dos temas. Guillermo cogió su carro y anduvo todos los pueblos conmigo, me presentaba en las emisoras, les decía que me estaba ayudando, desde que llegaba don Guillermo paraban todo, él me hizo el nombre, le agradezco mucho al igual que a Yaqui Núñez que fue mi mentor y a Freddy, ellos me enseñaron de todo”.

8. Primer viaje
Mi primer viaje fue a los Estados Unidos, el empresario José Tejeda, a quien también agradezco me llevó a las giras. Una vez trajo a la Orquesta La Fania de Johnny Pacheco al Estadio Olímpico y puso a La Típica de contraparte. Cuando me vieron, La Fania me firmaron por 5 años, me mandaron mi piano y cinco mil dólares. Recuerdo que Guillermo me pasó a buscar y me llevó a Villa Consuelo a un Banco Popular, llamó a una gerente y le dijo que me abriera una cuenta y ahí deposito el dinero. Le dije que le tocaba parte de ese dinero, entonces me dijo que no, que ayudara a mi familia como le había dicho anteriormente, y para que creara en mí la cultura del ahorro, porque él no era disquero ni le interesaba, que yo ya estaba encaminado. Me aconsejó que cuando hiciera un baile viniera al banco a depositar, que ya se quitaba de ayudarme. A partir de ahí la orquesta se hizo historia”.

9. Madison Square Garden
La Típica fue la única orquesta que fue de planta al Madison Square Garden en Nueva York a acompañar a los artistas, porque fue la que más duro dio aquí en los años 80. Fui varias veces, pero la primera vez fue el concierto internacional que lo vio el mundo entero. Como empresario al fin, José Tejeda para no llevar todos los grupos que estaban en otro perfil, llevó a Johnny Ventura, Wilfrido Vargas, Fernandito, entre otros, entonces los que estaban en más bajo perfil no llevó la orquesta entera, sino que cogió La Típica para que acompañara a los que no iban con su orquesta. De ahí para lante internacionalmente Aníbal Bravo y su orquesta explotó, Centroamérica, Sudamérica y todo el mundo vio ese concierto. Cuando bajé de esa tarima, comencé a viajar a Venezuela, Aruba… En todos los sitios me abrieron las puertas”.

10. Sus hijos
Cuando trabajaba en el Caribeño conocí a la que fue mi primera esposa Doris, una gran señora y madre de mi primer hijo Alejandro Aníbal Junior, él es manager de Joe Veras, vive en los Estados Unidos. Luego nos separamos y conocí a mi segunda esposa, Albania Blanco, una gran mujer también. Con ella procreé a Brian y Alexa. Tengo tres hijos maravillosos, estoy muy orgulloso de ellos. Actualmente estoy casado con Estefany, llevamos 14 años juntos”.

Un sueño hecho realidad

Siempre me decía que hasta que no le comprara su casa a mi mamá no compraba una para mí y seguía andando en mi motor. Recuerdo que un admirador me escuchó decir por televisión que querría ayudar a mi mamá, como era administrador de los proyectos de vivienda de Villa Carmen dijo que me iba ayudar en eso. En ese entonces pagué creo que 300 pesos, el cierre era 1,100, y pagaba 110 mensuales, entonces me traje a mi mamá a la Capital.

Cuando empecé a ganar dinero le saqué una casa en el Residencial Santo Domingo. Lamento no haberme traído a mi padre a la capital, porque el formó otra familia cuando se separó de mi madre. Ayudé a mi familia en lo que más pude como le dije a Guillermo Henríquez. Ese es mi legado.

Primer trabajo
A mi llegada a la capital empecé a trabajar en Textil Los Mina como conero, mi primo hermano ido a destiempo Pollo de los Santos me ayudó”.

Gratitud
Como me gustaba la música, iba al Caribeño, ahora Jet Set, donde tocaba Jhonny Ventura, a quien agradezco muchísimo”.

Agrupación
Formé La Típica Dominicana, ya no como Aníbal Bravo, sino como Chichí de los Santos. Cuky, Boby Rafael y Blas Durán se fueron conmigo”.

Musa
Mi hermano mayor Teonildo, ido a destiempo fue el primer trompetista de la banda de música y de la orquesta de mi pueblo que era La Estrella del Sur. Él me inspiró muchísimo.

Grupo
Cuando tenía 15 años tenía un grupito que se llamaba Los Jarritos. Hacíamos esos conciertos en el bar de Neyda, una señora que es un icono de Las Matas de Farfán, tocábamos los domingos.

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