La gente hace preguntas que no tienen respuestas: ¿Qué espera el Partido Revolucionario Moderno -que, por cierto, no ha propuesto ninguna nueva ley, resolución ni reforma en el Congreso Nacional- para hacer que se eliminen las abusivas prebendas de los legisladores? Otra: ¿Por qué el Presidente de la República no ha dicho ni pío al respecto, a pesar de que eso choca contra la pregonada austeridad del Gobierno? Son preguntas pendejas, porque el PRM y Abinader no se van a arriesgar a que casi todos sus diputados y senadores renuncien al partido y se declaren opositores (porque, como dice el pueblo, “papeleta mata menú”).

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