Nelson Cuevas espera justicia

Conocí a Nelson Cuevas siendo un adolescente en el municipio de La Descubierta en la provincia Independencia. Era un joven de 15 o 16 años inquieto, que a su edad andaba recorriendo los barrios de su comunidad organizado en clubes culturales y artístic

Conocí a Nelson Cuevas siendo un adolescente en el municipio de La Descubierta en la provincia Independencia. Era un joven de 15 o 16 años inquieto, que a su edad andaba recorriendo los barrios de su comunidad organizado en clubes culturales y artísticos. Por eso llegué hasta él cuando visité La Descubierta buscando un Corresponsal Popular, para Radio Enriquillo, la emisora de la Iglesia católica que lideró el espectro radiofónico de la región Sur durante décadas. Nelson fue parte de ese éxito que lo comprometió hasta los tuétanos con la causa de su pueblo. Superó ese rol y fundó junto a otros valiosos jóvenes el Centro de Investigación y Educación Popular, Inc. (CIEPO), una institución no gubernamental que acompaña a las asociaciones de campesinos, grupos de mujeres y juveniles de toda la provincia. Pues Nelson, ese hombre de gran valía, está vivo de milagro, muchos dicen que los salvó el Todopoderoso por ser el hombre de bien que es. Graduado de agrónomo, Nelson decidió estudiar Derecho, carrera que también concluyó con honres y se convirtió en bujía para que hasta Barahona llegara una Maestría de Derecho Civil y Procedimiento Civil, en el Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO) de la UASD, justamente a recibir clases iba desde la Capital a Barahona, cuando un desaprensivo, supuestamente embriagado, lo embistió con su vehículo en el tramo de la carretera Baní-Azua. Aquello fue de espanto. Fractura del Astrágalo, fractura del Maléolo interno y externo, luxación de la articulación del tobillo, fractura de los huesos metatarso, fractura de la Diáfisis del Cubito, trauma cerrado del abdomen, neumotórax derecho. Con el impacto, los vehículos se incendiaron y quedaron reducidos a escombros. Nelson quedó vivo, pero lleva dos meses en cama, perdió la maestría y ahora sólo quiere que la justicia actúe y ordene reparar los daños causados. ¡Qué así sea! 

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