Hogares de paso albergan 430 niños; bajo la guarda del Conani están 6 niñas embarazadas y 12 ya alumbraron

Probablemente, el nombre de Paula Disla a muchos no les suene familiar, pero cuando se habla de María Moñito emergen recuerdos de aquella jovencita que con sus ocurrencias llenaba de alegría los hogares dominicanos a través de la pantalla.

De esa etapa, conserva las buenas experiencias, su vestuario infantil y los característicos lazos rojos que llevó por más de una década. Por razones muy personales se apartó de las luces y el escenario, no así de su misión: hacer valer los derechos de niños y niñas.

Ahora, en su rol como presidenta ejecutiva del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), que asumió en septiembre del 2020, Disla Acosta asegura que no tolerará abusos de ningún tipo contra esta población vulnerable.

Y lo dejó claro a pocos días de asumir la presidencia del órgano rector de las políticas de la niñez al denunciar supuestos abusos a los que eran sometidas unas 97 niñas por parte de colaboradores del organismo en un hogar de paso que administra el Conani, en el municipio Jarabacoa, provincia La Vega.

Tras la investigación que inició el Ministerio Público fueron detenidas 16 empleadas de la entidad, acusadas de incurrir en maltrato físico y psicológico contra las menores de edad del referido centro. Aunque las detenidas fueron declaradas en libertad pura y simple, la presidenta del Conani deja un mensaje contundente dentro y fuera de la institución: “Nosotros vamos a ser radicales con quienes atenten contra cualquiera de nuestros niños y niñas” dijo con marcada determinación en entrevista para el Desayuno elCaribe-CDN, espacio dirigido por Nelson Rodríguez, director del periódico elCaribe.

Labor de los hogares de paso

Actualmente en los ocho hogares de paso que gestiona el Conani, conviven 430 niños, niñas y adolescentes que fueron llevados allí por situación de desamparo, violencia física o sexual y maltrato emocional. La presidenta de la entidad indica que a raíz de la pandemia y el confinamiento aumentaron los casos de maltrato físico y abuso sexual contra menores en la República Dominicana.

“Particularmente lo que me sorprende más es como el maltrato físico volvió a considerarse como algo normal en las familias. Cualquier persona puede validar una pela o una golpiza extrema y ni hablar del sexual”, expresa.

Al ofrecer estadísticas al respecto dice acongojada “hemos tenido que impactar en los hogares de paso a las niñas embarazadas que desde los nueve años hemos estado empezando a recibir en condiciones de embarazo”.

Precisa que en la actualidad están bajo protección en uno de sus centros dieciocho niñas con edades comprendidas entre nueve y dieciséis años, de las cuales seis están embarazadas y doce están paridas. Se trata de niñas que fueron abusadas por familiares o personas del entorno.

La especialista en educación social y derechos de la niñez y adolescencia explica que en los casos de abuso sexual, los agresores por lo general son personas conocidas. Puntualiza que siempre el embarazo en una niña es un abuso sexual.

Entre sus objetivos al frente del Conani está aumentar la calidad de la labor que se realiza a través de los hogares de paso mejorando la infraestructura física y el servicio brindado.

“Encontramos que teníamos niñas de seis años hasta veinte años en un hogar. Encontramos niñas que iban por una pela con otras que ya habían sido parte de procesos judiciales en conflicto con la ley penal y no pueden estar juntas”, afirma. Dada las condiciones, se procedió a dividir la población en estos hogares por edades y necesidades.

Aumentan denuncias de maltrato

Disla Acosta, quien también ha sido consultora para organismos de cooperación en materia de niñez vulnerable, ve como alarmante el aumento en las denuncias de maltratos y abusos contra los niños.

En el período octubre 2020 hasta julio 2021 se canalizaron 261 denuncias mediante las redes sociales. En tanto, entre enero y junio del 2021 se recibieron 825 denuncias a través de la Línea Vida (de la Procuraduría), de las cuales el 85 % corresponden a menores.

En ese sentido, la funcionaria anunció la puesta en marcha la línea “Conani te escucha”, una vía para que los niños denuncien situaciones de vulnerabilidad.

Precisamente, el maltrato físico contra los infantes es la denuncia más frecuente, que realizan personas del entorno (vecinos) a través de los medios disponibles.

La también abogada destaca el trabajo interinstitucional que se ha venido realizando para dar una respuesta más rápida. Indica que mediante un chat, el Conani, a través de sus 38 oficinas municipales, mantiene vínculos con entidades como la procuraduría especializada e instituciones de salud y educación.

Victimas de feminicidio

Consciente del daño psicológico y desprotección a las que se exponen los niños huérfanos a causa de feminicidio, Conani implementa un programa de acompañamiento; y toma la tutela cuando lo considera necesario en tanto se despeje el panorama y el menor sea entregado a la familia más idónea de uno de los progenitores. “Ahora nosotros tenemos casos que están por protección, que las madres están en una casa de acogida y el padre anda prófugo”, agrega.

En estos momentos, hay cuatro adolescentes y dos niños (procedentes de dos familias) que fueron llevados a estos espacios hasta que se encuentre una salida al respecto. “Nosotros estamos haciendo presencia cuando nos enteramos de un feminicidio, porque generalmente no se visibilizan a estos niños. Cuando esto ocurre (feminicidio) se convierte en un asunto puramente judicial y policial. Y quién atiende al niño que al final es una víctima y se revictimiza”, sostiene. Asegura que cuando el menor queda bajo la guarda de los familiares, como sucede en la mayoría de los casos, se les incluye en los programas de ayuda sociales del Gobierno, y Conani garantiza el seguimiento psicológico.

Se trata de un trabajo social que abarca un tema de sensibilización, ya que en muchas ocasiones a estos niños se les vulnera sus derechos como legítimos herederos, según explica la funcionaria.

“Estos niños muchas veces tienen otros tipos de abusos. Los padres pueden dejar patrimonio, pero hasta una casita de zinc que les dejen, es su mejora y otros familiares a veces se las quitan”, deplora.

Se necesita un reglamento

Al valorar la implementación del Código del Menor en la República Dominicana, de cuyo proceso fue parte, indica que en ese sentido el país dio un gran paso en material legal. Sin embargo, identifica una debilidad: la falta de un reglamento, que actualmente está en elaboración. “Es una ley que tiene que modernizarse, tiene que incluir el tema de las redes sociales. Esa ley está apartada de la tecnología y no es una ley que menciona la primera infancia”, añade.

Identifican 400 niños en las calles

Disla ponderó como positivos los avances obtenidos en materia de erradicación del trabajo infantil. No obstante, reconoce que falta mucho por hacer en esa dirección. “Nosotros hemos identificado 400 niños, niñas y adolescentes que están en trabajo infantil y de esos 250 están siendo sometidos a un proceso que implica trabajo social, apoyo psicológico, acompañamiento a la familia para trabajar con cada uno su propio plan de vida para que no vuelvan a las calles”, señala, como logro la presidenta del Conani.

Aboga por la mejora de centros para menores

Conani también extiende sus programas artísticos y deportivos a los adolescentes en conflicto con la ley en nueve centros de privación de libertad. “Hay unos 410 adolescentes privados de libertad en estos centros. Con ellos estamos apoyando de manera que las medidas se respeten y se cumplan, porque también se olvidan de ellos. Cumplieron seis años y todavía están ahí”, resalta Disla. La entidad demanda el cierre del centro penitenciario de La Vega a los fines de que sea readecuado y mejorada la estructura física, y por consiguiente que los adolescentes sean trasladados a un recinto más digno. Sobre esta población en conflicto con la ley, dijo “no es que ellos estén dañados, lo que sí está dañado es todo este sistema y eso sí nos va a tomar un tiempo poder resarcirlo. La mayoría de estos muchachos son hijos de adolescentes, y ahí comienza el tema ya”.

¿Quiénes pueden adoptar en el país?

¿Las parejas gay y lesbianas pueden adoptar en el país, como ocurre en otros países? La pregunta surgió en la entrevista que se extendió por una hora.

La presidenta del Conani se limitó a decir que hasta el momento no ha recibido solicitud de parejas homosexuales. “La ley no habla de que se pueda o no. La ley habla de vivir en familia y las personas tienen que tener idoneidad y la idoneidad es una lista de condiciones que tienen que tener las personas”, sostiene. Al llegar a la presidencia del Conani, Disla notó que la entrega de tutela de menores a extranjeros se priorizaba por encima de los nacionales, por lo que decidió voltear la baraja. Puntualiza que de 3,800 expedientes paralizados encontrados, ya se les dio solución o respuesta al 80 por ciento. Se trata de solicitudes de padres de crianza que buscan formalizar el proceso. “La meta de nosotros es que cada niño tenga una familia”, expresa. No obstante, lamenta que en el proceso de solicitud haya interesados que se tornan exigentes en cuanto a las características físicas del niño. “Hay gente que quiere ojos azules y pelo rubio. A veces ha habido casos difíciles donde la gente dice que no quiere negro. Esto no es un catálogo, cuando usted quiere ser madre o padre usted recibe lo que le llega, entonces entregamos el que le corresponde”, destaca. En su primer año de su gestión se realizaron 151 adopciones nacionales, 14 internacionales y 25 de acogimiento familiar. “Nosotros encontramos casos del 2014, 2016, 2017”, dijo.

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