El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio consideró urgente trabajar en la modificación de las formas de producción y de consumos insostenibles, que destruyen los recursos naturales, la biodiversidad y los ecosistemas de la República Dominicana.

“Tenemos 60 años creciendo económicamente a un costo natural muy alto, destruyendo la naturaleza; pero a un costo social muy alto también, porque la República Dominicana tiene los más bajos salarios de toda América Latina. Es un crecimiento que se ha hecho a costa de la naturaleza y a costa del empobrecimiento de la población”, sostuvo el sociólogo Max Puig en entrevista para elCaribe en ocasión al Día Mundial de la Tierra, que se celebra cada 22 de mayo. El reconocido político deploró que el crecimiento económico observado desde el 1960 a la fecha se haya desarrollado sin la debida protección de las aguas blancas y azules, destruyendo los ecosistemas marinos y en detrimento de las costas. “Los bosques absorben ese dióxido de carbono. Los bosques costeros, que son los manglares, absorben más dióxido de carbono que los de las montañas, pero para desarrollar el turismo el país ha arrasado en gran medida con sus manglares y la destrucción de los manglares destruye a la vez las especies, los corales y las playas”, puntualizó.

Puig recordó que los manglares son barreras naturales y cuando se destruyen, se altera “el metabolismo” ecológico, induciendo a que las aguas del mar invadan con mayor fuerza. “Hemos crecido, y se han generado riquezas. El país ha crecido, pero ha crecido mal. Esas riquezas no han sido bien distribuidas y eso genera mal crecimiento y se reproduce una situación que en lugar de preservar, altera la naturaleza, como ejemplo están las costas y las aguas”, señaló el funcionario. ¿Se puede seguir desarrollando el turismo sin afectar los recursos naturales? “No solo se puede, se debe. El principio es el desarrollo sostenible. Es utilizar la naturaleza, garantizando su preservación. En el caso del turismo también es la idea”, destacó. Como modelo mencionó el Parque Nacional del Este o Parque Nacional Cotubanamá. “Los hoteles que tienen mayor tasa de ocupación históricamente en la República Dominicana son los de Bayahíbe. La gente va a esos hoteles y visita el parque y va a la isla Saona. Toda esa parte está preservada. No se destruye y se garantiza la sostenibilidad”, sostuvo.

En ese sentido, informó que en la primera reunión del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, que preside el jefe de Estado, Luis Abinader, el mandatario manifestó públicamente el interés de que el sector turismo pase a formar parte de esta comisión. El referido consejo fue creado, mediante el decreto 601-08 “para formular, diseñar y ejecutar las políticas públicas necesarias para la prevención y mitigación de las emisiones de los gases de efecto invernadero, entre otras acciones.

Mal tratamiento de los desechos afecta a los ríos

La pobreza no ayuda a preservar la naturaleza, dijo Puig al significar la problemática del manejo precario de los desechos sólidos de la República Dominicana. En ese orden, criticó que de 158 municipios del país, no exista un solo que cuente con un tratamiento técnico y sistemático de sus residuos, en detrimento de los cuerpos de aguas. “Prácticamente todos los ríos están contaminados. Es una acción tremenda la que hay que hacer. Son aguas contaminadas que cuando van al mar, destruyen los corales, se destruyen las barreras y las costas”, lamentó.

El principio es el desarrollo sostenible. Es utilizar la naturaleza, garantizando su preservación en el caso del turismo, también es la idea”.
Max Puig
vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio

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