NACIONES UNIDAS — El grupo Estado Islámico todavía representa “una amenaza significativa y evolutiva en todo el mundo”, a pesar de los recientes tropiezos que ha tenido en Irak, Siria y en el sur de Filipinas, en donde los combatientes se han visto forzados a renunciar a algunos de sus bastiones, informaron expertos de Naciones Unidas el martes.
De acuerdo con el informe, el Estado Islámico está actualmente organizado “como una red global con una jerarquía plana y con menos control organizacional sobre sus afiliados”, con algunos miembros que están dispuestos a cooperar con las redes de Al-Qaeda “para apoyar otros ataques”.
Como resultado de la cambiante amenaza, el reporte señaló que la lucha contra el grupo extremista entró a una nueva fase “más enfocada en redes menos visibles de individuos y en células que actúen con un cierto grado de autonomía”.
Los expertos dijeron que de alguna forma, cada país y la comunidad internacional ahora enfrentan “un desafío más complicado”, y que es vital compartir información sobre la identidad de los exguerrilleros, así como su ubicación y planes de viaje.
Agregaron que los combatientes extranjeros del Estado Islámico que no puedan incorporarse a la población local, probablemente estén tratando de huir, lo que hace que su identificación sea crucial.
“El Estado Islámico ha recopilado documentos de viaje y de identificación de nuevos combatientes para su posible uso en viajes futuros y ha obtenido varios miles de pasaportes sirios en blanco”, informaron los expertos. Aunque los números han sido reportados a la INTERPOL y se encuentran en su base de datos.