Más de 82 millones de personas se desplazaron por la fuerza a distintos países del mundo durante el 2020

Lo que define a un refugiado es la certeza de estar en peligro de muerte, la necesidad urgente de escapar de su país por una amenaza directa contra su integridad física. Un migrante, en cambio, elige trasladarse para mejorar su situación económica y alcanzar la seguridad a través de un trabajo, más educación o la reunificación de su familia.

Que una situación sea más intolerable que otra no ha provocado que los números disminuyan. A finales de 2020, más de 82 millones de migrantes y refugiados buscaron seguridad fuera de sus países de origen. Fueron desplazados por la fuerza como resultado de la persecución, el conflicto, la violencia, las violaciones a los derechos humanos o acontecimientos que alteraron gravemente el orden público.

De acuerdo con el estudio Tendencias Globales, Desplazamiento Forzado 2020, publicado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), las personas se vieron obligadas a huir de sus hogares durante todo el año, a pesar del llamado urgente que el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo el día 23 de marzo de 2020, en el que pidió un alto al fuego mundial para permitir una respuesta coordinada a la pandemia.

En sentido contrario

A contrapelo de sus palabras, el año pasado se registraron varias crisis y después de años, otras resurgieron obligando a la gente a dejar su hogar y situando en 82,4 millones la cantidad de personas desplazadas por la fuerza.

Se trata de la cifra más alta registrada, según los datos disponibles en la ACNUR, ya que representa más del doble del nivel de hace una década (que fue de 41 millones en 2010) y un aumento del 4% respecto del total de 2019, que fue de 79,5 millones.

De ese número, 5.4 millones son personas venezolanas refugiadas, migrantes y solicitantes de asilo en todo el mundo, conforme al registro que lleva la Plataforma de Coordinación para Refugiados y Migrantes de Venezuela.

En la región del Caribe, República Dominicana acoge el mayor número de refugiados y migrantes venezolanos (115,000) y se anticipa que a diciembre de 2021, este número llegará a las 121,000 personas.

Gisselly García, profesora venezolana que lleva 5 años residiendo en República Dominicana, asegura que “nunca me pasó por la mente la idea de salir de mi país a nada distinto de unas vacaciones”.

Sin embargo, la terrible escasez de alimentos, la falta de seguridad ciudadana y un poder adquisitivo prácticamente nulo le obligaron a tomar la decisión de viajar a territorio dominicano.

“Me veía labrando una tierra que nunca daría ningún fruto, a mí ni a mi familia”, explicó la maestra de educación básica, durante una entrevista con elCaribe.

Precisó que aunque era profesional, el sueldo devengado por ese sector era insuficiente para sobrevivir.

La sobrevivencia

“En Venezuela hacemos muchas cosas para sobrevivir, pero si me robaran un celular, por ejemplo, sabía que me iba a quedar sin teléfono porque no iba a poder adquirir algo más allá de lo que tenía. Entonces, uno piensa que está joven y que tiene derecho a más”, reflexionó.

En el país suramericano quedaron sus papás, su abuela y tres de sus hermanas. Después de un lustro en República Dominicana, continúa ayudando a su familia, convencida de que fue una buena elección aun cuando haya vivido momentos difíciles en un país extranjero. “Estar aquí ha sido una bendición”, afirmó.

De acuerdo con el informe de OBMICA, sobre el estado de las migraciones que atañen a la República Dominicana 2019, las mujeres constituyen el 53.2% del colectivo inmigrante venezolano y los hombres el 46.8%, donde la mayor parte de la población se encuentra en el rango de 15 a 49 años (80.5%) y es principalmente urbana (97.1%).

El 98.7% sabe leer y escribir y el 50.6% cuenta con estudios universitarios y el 34.5% con estudios secundarios. El 87.7% de los venezolanos residen en casas o apartamentos, principalmente en régimen de alquiler (78.6%).

El 91.4% de las personas venezolanas ha salido una sola vez de su país para venir a trabajar o vivir en la República Dominicana, con un 71% que llegó al país en 2016 o 2017.

Las principales causas para la inmigración venezolana hacia la República Dominicana son mejorar sus condiciones de vida (43.4%) y tener mayores oportunidades de empleo (29.0%). Los principales documentos de identidad en su posesión son: acta de nacimiento, pasaporte y cédula de identidad.

Los venezolanos tienen una mejor situación

Están ocupados principalmente en las siguientes ramas: comercio al por mayor y menor, reparación de vehículos y actividades de alojamiento y servicio. En cuanto al contrato laboral, solo el 53.9% de los inmigrantes venezolanos dice contar con un contrato por escrito, y reciben doble sueldo (50.4%), pago de horas extras (44.2%) y vacaciones pagadas (42.6%). Acerca de los ingresos, el mayor porcentaje (27.2%) reporta recibir ingresos entre RD$9,000.00 y RD$ 15,000.00; les siguen en orden aquellas personas que obtienen ingresos entre RD$20,000 a menos de 40,000.00 (25.7%), y 19.3% de las personas consultadas vive con menos de RD$9,000 al mes.

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