Santo Domingo.- El cantante Manny Cruz reveló este lunes que su hijo Mateo nació con una malformación congénita en su brazo izquierdo llamada Dimelia.
“La enfermedad conocida también como “Mano de Espejo” que consiste en tener dos huesos cúbitos y ausencia del radio, por ende, ausencia de articulación en el codo, muñeca caída, y dígitos de más, en el caso de Mateo 7 dedos con ausencia del pulgar”, expresó el cantante a través de su cuenta de Instagram.
Manifestó que el infante fue diagnosticado al momento de su nacimiento, noticia que fue para la familia del artista un golpe muy duro. “Nos enteramos en el momento que nació, ya se pueden imaginar el choque tan grande de emociones y a partir de ese instante nuestro mundo dio un giro, tanto por su nacimiento y por enfrentarnos a esta difícil situación”.
El intérprete de “Sabes Enamorarme” narró que a Mateo le extirparon la muñeca a horas de su nacimiento, producto de esta enfermedad de la cual solo existen 100 casos registrados en el record mundial de medicina.
Confesó que para él fueron muchos los momentos de angustia y estrés cada vez que le realizaban algún estudio al pequeño, acompañado de preocupaciones por no saber cómo iba a costear los gastos económicos que vendrían.
Pero entre tantas horas de angustia y preocupación por parte del artista y su familia, afirmó que vio una luz en el camino, o como él mismo lo llamó “Ángeles enviados por Dios”. Estos fueron el Dr: Golfarb y el Hospital Shriners, quienes se harían cargo de las dos operaciones que requería el pequeño Mateo.
“Pero lo más grande e increíble de todo es que él y el Hospital Shriners se encargarían de cubrir por completo ambas cirugías. ¡Qué gran bendición! entre todo lo que estábamos pasando como familia. Y no se queda ahí, en otro correo nos dice que también iba a ponernos en contacto con una fundación para que nos ayudara con todo lo que sería estadía, vuelos etc. ya que íbamos a tener que ir a St. Louis, Missouri (donde está el hospital) varias veces y por tiempos indefinidos”, expresó el artista.
Agradeció primero a Dios y luego a cada una de las personas que estuvieron pendientes de la evolución del pequeño Mateo.
