La crisis humanitaria creada en Latinoamérica por la pandemia seguirá en 2021

La crisis humanitaria que la pandemia de la covid-19 ha creado en Latinoamérica continuará en 2021 y los flujos migratorios desde esa región hacia la Unión Europea se reanudarán en cuanto se reabran las fronteras, según un informe del Centro Internacional para el Desarrollo de una Política Migratoria (ICMPD).

Bruselas, (EFE).– La crisis humanitaria que la pandemia de la covid-19 ha creado en Latinoamérica continuará en 2021 y los flujos migratorios desde esa región hacia la Unión Europea se reanudarán en cuanto se reabran las fronteras, según un informe del Centro Internacional para el Desarrollo de una Política Migratoria (ICMPD).

El documento sobre «Perspectivas Migratorias para 2021», centrado en Europa como receptora de los flujos, analiza las tendencias del último año, marcadas por la pandemia de coronarirus, que aunque ha interrumpido la movilidad, no ha puesto fin a la migración.

El informe se refiere al importante número de desplazados en Latinoamérica, una situación «no causada principalmente por una persecución del Estado, sino por los altos niveles de delincuencia, la inseguridad alimentaria, la fragilidad estatal y el colapso de los medios de vida».

Según cifras de ACNUR, en 2019 hubo más de 8,2 millones de desplazados en la región, incluidos unos 3,6 millones de venezolanos.

El virus se ha ensañado especialmente con esta región, dice el informe, donde a finales de 2020 se estimaba que unos 231 millones de personas vivían en la pobreza, el número más alto registrado desde hace 15 años.

«Lo que comenzó como una crisis de salud se convirtió cada vez más en una crisis humanitaria», indica el documento, que añade que «hay pocas razones para creer que la situación mejorará significativamente en 2021».

Sobre esa base, el ICMPD prevé que los desplazados seguirán aumentando en los próximos meses.

Por otra parte, las llegadas de migrantes desde Latinoamérica a la UE disminuyeron por las restricciones a los viajes que se aplican a los nacionales de terceros países pero, en cuanto los programas de vacunación faciliten un alivio y se reabran las fronteras, «es posible que las cifras vuelvan a los patrones pre-pandemia o incluso crezcan».

El documento constata que la pandemia ha tenido un impacto limitado en las solicitudes de asilo presentadas en la UE por ciudadanos latinoamericanos.

Mientras en 2019 esas peticiones aumentaron un 176,2 % en el caso de los ciudadanos colombianos y un 89,5 % en el de los venezolanos (el 90 % presentadas en España), en 2020 disminuyeron un 0,7 % y un 28,4 %, respectivamente.

El director del ICMPD, Michael Spindelegger, explicó en declaraciones a Efe que si la caída no fue mayor fue por motivos «administrativos», debido seguramente a los «largos procedimientos» que implican esas solicitudes.

Como en años anteriores, cerca del 80 % de las solicitudes de asilo presentadas en la UE se concentraron en cinco países: Alemania (25,2 %), Francia (19,8 %), España (19,6 %), Grecia (8,9 %) e Italia (5,4 %).

Aunque el destino preferido de los latinoamericanos es España (por el idioma), «como el país está muy afectado por la crisis, algunos de los migrantes latinoamericanos que lleguen en el futuro no se quedarán sino que tratarán de ir a otro país de la UE», añade Spindelegger.

En 2020 muchas de las llegadas de migrantes irregulares se produjeron a través de rutas diferentes a un año antes.

En particular, los flujos abandonaron la ruta del Mediterráneo Oriental (por el cierre de fronteras y la suspensión de la admisión de solicitudes de asilo por Grecia) y optaron en su lugar por atravesar el Mediterráneo central y los Balcanes Occidentales.

Además, la colaboración entre España y Marruecos contra las mafias migratorias tuvo un impacto en las rutas desde el norte de África, con un aumento de las llegadas hacia las islas Canarias, donde las detecciones de migrantes irregulares crecieron casi un 900 % respecto a 2019.

El informe dice que en 2021 la situación migratoria en la UE dependerá en gran medida de que se prolonguen o no los acuerdos en la materia con Turquía y Libia.

También menciona la crisis del Sahel, una de las zonas más empobrecidas del mundo, que «afecta a muchos países en la región y puede resultar en un gran aumento de las llegadas irregulares y solicitudes de asilo en la UE».

Además, el tamaño y la dirección de los flujos estará marcado por la evolución de la pandemia, la reapertura de las fronteras y la recuperación de la economía.

El informe recuerda que las disparidades económicas y salariales entre las regiones son los principales impulsores de la migración internacional e indica que aunque todas se ven afectadas por la recesión en estos momentos, la situación es «particularmente grave en América Latina y el Caribe» y en el sur de Asia.

Ambas son «importantes regiones de origen de la migración a Europa», señala el documento.

La pandemia empujará a entre 88 y 115 millones de personas a la pobreza extrema, la mayor parte en el sur de Asia y en el África subsahariana.

El reciente lanzamiento de los programas de vacunación contra el coronavirus «alimenta la esperanza de un repunte económico y un crecimiento sustancial al menos en la segunda mitad de 2021».

Sin embargo, hay grandes diferencias entre países a la hora de preparar los programas de vacunación, indica el informe, que señala que los países más ricos han adquirido el 60 % de las dosis de vacunas esperadas, «dejando solo el 40 % a los países de ingresos bajos y medios».

Eso hace prever que los países de ingresos más altos se recuperarán más rápido, tanto económica como socialmente, y los desequilibrios resultantes aumentarán las presiones migratorias en 2021. EFE

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