Su rostro luce avejentado por el paso de los años. Sin embargo, su espíritu trabajador se conserva con un ímpetu que se percibe aún a lo lejos.
Así es Doña Cristina Ogando Angomás, conocida como la “vieja roja”, quien vende pilones de madera en la carretera Sánchez, comunidad de Boquerón, en la provincia de Azua.

La señora contó a elCaribe que tiene 74 años de edad y que se dedica a la venta de varias artesanías en un pequeño puesto en el referido lugar, desde el paso del ciclón George por el país, es decir, hace casi 25 años.

“Díganme qué les vendo… Aquí tenemos de todo”, así dijo la dama mientras se paró rápidamente de su silla para atender a los reporteros de este medio.

Es casi imposible no darse cuenta de la forma voluntariosa con la que aborda a los visitantes una vez se percata de los mismos.

Con seguridad y precisión respondió cada una de las preguntas que realizó elCaribe con el propósito de conocer un poco de su historia como vendedora a orillas de la citada vía.

La dama contó que es enviudó hace 12 años, y que desde entonces su vida pasó a ser el trabajo y el cuidado de su familia, ya que “gracias a Dios” había iniciado antes las ventas de varios artículos, entre ellos los pilones en varios tamaños, así como papagayos, cotorras y carpinteros decorativos en diferentes colores y diseños.

Su larga familia

Mientras acomodaba su mercancía, doña Cristina expresó que tuvo 12 hijos, pero sólo nueve le sobreviven.

Al hablar de los nietos, explicó que tiene 15 nietos y 10 bisnietos.

“Mi familia me ayuda mucho, estoy muy agradecida con el de arriba”, refirió.

Asimismo, comentó que está en pie de lucha todos los días en el mismo puesto, y que esperará con los brazos abiertos a aquellos que quieran adquirir algunos de las piezas que vende.

Por lo que se pueden contactar con doña Cristina al teléfono 809-935-5084 para hacer sus compras, y ella con gusto se encargará de explicarle su ubicación exacta en Azua.

Otras señoras también trabajan en ese espacio

Así como la vieja roja, hay otras madres que también se dedican a la venta de artesanías de cocina en este mismo punto comercial.

Tal es el caso, de María Bianelis Andújar (Marcia), de 50 años de edad, trabaja en ese lugar desde hace 20 años.

También vende botellas de miel y mamajuana.

Una de las mujeres más reciente en este tipo de negocio, es Mílcida Cuello, quien tiene 56 y apenas cumplió su primer año al frente de la venta de artesanías y decoraciones para el hogar fabricadas a base de la mata de bayahonda.

Dijo que siempre ha sido una mujer de lucha que antes se dedicaba a cargar plátanos y cosechas.

“Gracias a Dios ahora nos dedicamos a esto y con la ayuda de él seguiré al frente”, argumentó Cuello.

Pidió a los ciudadanos que apoyen más este tipo de oficios del que tantas madres solteras son parte.

“Los esperamos por aquí con los brazos abiertos todos los días, vengan a comprar”, enfatizó.

Salvador: el artesano de los pilones y las barricas
Don Salvador Vargas es un artesano azuano que elabora pilones, barricas, copas, y otros cientos de artículos en diferentes tipos de madera.

Expresó a elCaribe que el mismo trabaja cada una de las piezas que exhibe a orillas de la carretera Sánchez, desde hace 20 años.
Además, explicó que sus artículos son distribuidos tanto en esa demarcación como en el Gran Santo Domingo.

“Estas manos son las que hacen cada pieza que ustedes ven aquí”, argumentó el señor mientras atendía a uno de sus clientes.

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