La crisis desatada por la expansión del coronavirus en el mundo ha mostrado tener más de una faceta. Mientras los gobiernos del mundo adoptan medidas para restringir la circulación y evitar, así, que se disparen los contagios, la angustia de los que lidian día a día con la enfermedad, la soledad y la muerte crece.

Según la Federación Nacional de Enfermeras, a su Daniela Trezzi le había dado positivo el test de COVID-19 y, a causa de eso, “había estado viviendo con mucho estrés por el miedo a infectar a otros”. Aterrada, el martes tomó la determinación de terminar con su vida.

“Dolor y consternación”, fue lo que manifestó el sindicato tras la muerte de Trezzi, en un comunicado en el que confirmó su fallecimiento.

En Lombardía, la región italiana con el mayor número de infecciones y muertes, dos hospitales se convirtieron en vehículos de contagio, debido a que los pacientes infectaron al personal médico que luego propagó la enfermedad antes de que las autoridades impusieran un bloqueo estricto.

Es uno de los factores que ha ayudado a que el virus se propague tan rápido, según el director del Instituto de Investigación Farmacológica Mario Negri, Giuseppe Remuzzi, quien aseguró que “los pacientes infectaron a otros pacientes y médicos que luego salieron y contaminaron a otros”.

La noticia del suicidio de la mujer llega en momentos en los que el país acumula una cifra de muertos de 7.503 fallecidos y 74.386 contagiados. El gobierno de Italia reportó el miércoles 25 de marzo 683 nuevos muertos en las últimas 24 horas.

Mientras tanto, los médicos muertos en el país a causa de la enfermedad ascendieron este miércoles a 29, según el balance actualizado en tiempo real por la Federación Nacional Médicos Cirujanos y Odontólogos (FNOMCeO). Los trabajadores sanitarios contagiados —entre médicos, enfermeros y cuidadores— son al menos 4.824, de acuerdo a las últimas cifras del Instituto Superior de Sanidad. El dato es casi doble al que se registró en China, según un estudio publicado en la revista de la Asociación Médica Estadounidense Jama.

Daniela Trezzi había estado trabajando en la sala de cuidados intensivos del hospital San Gerardo en Monza, en las afuera de Milán, pero se encontraba en cuarentena después de mostrar síntomas de coronavirus y dar positivo, informó el diario Daily Mail.

El grupo de enfermeras también reveló que “un episodio similar había sucedido hace una semana en Venecia, con las mismas razones subyacentes”.

“Cada uno de nosotros ha elegido esta profesión para bien y, desafortunadamente, también para mal: somos enfermeras”, expresaron en un comunicado. “La condición y el estrés al que están sometidos nuestros profesionales está bajo la supervisión de todos”.

El gerente general del hospital San Gerardo, Mario Alparone, dijo que Daniela había estado enferma en su casa desde el 10 de marzo y que “no estaba bajo vigilancia”.

Las autoridades judiciales ahora están investigando su muerte, según los medios locales.

Las cifras publicadas el martes por un instituto de investigación italiano mostraron que unos 5.760 trabajadores de la salud habían sido infectados con coronavirus. Nino Cartabellotta, el jefe de la Fundación Gimbe, que recopiló los datos, instó a que este fenomemo se ‘frene para salvaguardar a quienes nos cuidan’.

Esos 5.760 trabajadores médicos representan alrededor del ocho por ciento del total de casos de Italia, que ascendieron a 69.176 en las últimas cifras del martes.

“Las medidas que tomamos hace dos semanas están comenzando a tener efecto”, dijo el jefe del servicio de protección civil, Angelo Borrelli, al diario La Repubblica a comienzo de esta semana, aunque adelantó que son necesarios los datos de los próximos días para analizar «si la curva de crecimiento realmente se está aplanando”.

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