“Cuando el traductor nos dijo que estábamos secuestrados, el corazón se me salió”

Tres horas duró la liberación de los jóvenes secuestrados, la cual se produjo a través de una cadena de varios intermediarios realizada por sus raptores  a otras personas, mecanismo que se repitió hasta entregarlos al Palacio de Justicia de Haití de donde fueron trasladados a la embajada de República Dominicana en ese país.

Encapuchados, los dominicanos secuestrados fueron trasladados en una cadena de intermediarios

Tres horas duró la liberación de los jóvenes secuestrados, la cual se produjo a través de una cadena de varios intermediarios realizada por sus raptores  a otras personas, mecanismo que se repitió hasta entregarlos al Palacio de Justicia de Haití de donde fueron trasladados a la embajada de República Dominicana en ese país.

Al momento de sacarlos del lugar donde estaban retenidos, los desconocidos lo sacaron encapuchados y les dijeron que estaban en libertad y que les darían un tours por el barrio.

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«Solo nosotros y Dios sabe lo que pasamos», estas fueron las palabras de Maicol Féliz, uno de los jóvenes secuestrados en Haití el pasado sábado 20 de febrero.

 Feliz aseguró ayer a elCaribe que cinco desconocidos armados interceptaron el vehículo en el que se desplazaban rumbo a Santo Domingo y los llevaron a él, a su hermano y un compañero a un lugar, el cual afirma nunca pudo ver.

“Yo pensaba que ellos eran policías al principio porque tenían uniforme de policía pero no eran policías de verdad. Cuando nos dijo el traductor estamos secuestrados, el corazón se me salió”, rememora con tristeza.

En tanto, Antonio Gerer Campusano, por el momento prefirió no ofrecer declaraciones a la prensa porque se sentía en mal estado de salud por el trayecto del viaje.

La incertidumbre de no saber si saldría con vida de ese lugar le ocasionaba pensamientos de desesperación y tristeza, los cuales eran calmados mediante horas de oraciones.

“Yo me siento maravillosamente agradecido con Dios por permitirme permanecer con vida porque realmente yo siempre tuve esperanza que iba a salir de ahí pero en un momento me desesperaba y lloraba bastante. No hubo un día que no lloraba pero siempre oraba y gracias a Dios la oración llegó”.

Agradeció a todas esas personas que oraron por él y su hermano, indicando que cada súplica hizo posible su liberación.

Aunque fue un secuestro, Feliz tildó a los raptores como condescendientes, hasta el punto de suministrarles alimentos y bebidas.

“Ellos tuvieron consideración, siempre estuvieron atentos, nos daban alimentos y bebidas”.

Los secuestrados pedían 3 millones de dólares para la liberación, sin embargo, Feliz desconoce a quien se lo solicitaban.

“Creo que el señor me hizo ese milagro”

Rodeado de su madre, quien con una sonrisa, manifestó su alegría por ver otra vez a sus hijos después de pasar seis días de angustia por no saber de ellos.

“Usted no sabe la emoción que yo siento de tener a mis hijos conmigo. Ya se acabó esta incertidumbre”, dijo Jaqueline Feliz,

Sostuvo que nunca dudó que sus hijos regresarían sanos y salvos a su casa.

Jaqueline dijo que pedía a Dios con fe y que él escuchó sus oraciones.

En ese orden, Maicol negó que fuera un autosecuestro sosteniendo que más adelante dará una rueda de prensa para dar los detalles de la retención.

“No tengo  necesidad porque gracias a Dios, tengo un trabajo con el cual mantengo a mi familia y no tengo que ir a otro país a decir que estoy secuestrado”, enfatizó.

Calificó de excelente el trato que le dieron las autoridades haitianas y valoró el trabajo en conjunto con las dominicanas.

En la estrecha  calle Doña Quiquilla número 14, vecinos encendieron bocinas con música en forma de agradecimiento por la llegada de los jóvenes.

Hasta el momento las autoridades no han detenido a los involucrados.

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