El púgil estadounidense Terence Crawford necesitó menos de diez minutos para derrotar al británico Kell Brook en una pelea por el campeonato del peso welter celebrada la madrugada de ayer en la burbuja del hotel MGM de Las Vegas.
El combate se tornó equilibrado en los dos primeros asaltos. El primer round fue ganado por Crawford, aunque con poco margen, en tanto que Brook salió airoso en el segundo al conectar buenos puños que llegaron nítidos a la cara del peleador estadounidense.
El tercero también favoreció a Crawford, a quien algunos analistas califican como “el mejor boxeador del mundo libra por libra”.

En el primer minuto del cuarto asalto Crawford fue conectado con un recto largo que le produjo una pequeña herida en su ojo derecho, pero esa molestia no fue suficiente para que su rival tomara ventaja. Crawford, quien mejoró su expediente profesional en 37-0 con 28 victorias por nocaut, descargó una lluvia de golpes que estremecieron la anatomía de Brook quien fue tambaleando hacia las cuerdas lo que llevó al árbitro Tony Week a contarle ocho segundos para contabilizar una caída.

El estelar púgil nacido en Nebraska, después del conteo de protección hecho por el tercer hombre del cuadrilátero, no le dio tregua a Brook quien volvió a ser atropellado a puros puños. Brook sufrió su tercer fracaso y ahora su foja es de 38-3 con 27 éxitos por nocaut.

Crawford conectó efectivas combinaciones de izquierda (ganchos) y rectos cortos que volvieron a depositar en el piso a su rival y Week no perdió tiempo `para detener las acciones al minuto y 14 segundos del cuarto capítulo y decretar la victoria del titular welter por nocaut técnico. Tras el árbitro poner fin a la desigual reyerta, Crawford levantó sus brazos, lleno de gozo y en señal de victoria, al tiempo que miraba con alegría hacia el lugar donde estaba su familia que disfrutó el triunfo con ruidosa algarabía.

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