Dos días después de someterse a una cirugía en la que le fue colocado un marcapasos en el corazón, el mánager de los Yanquis de Nueva York, Aaron Boone, estuvo de regreso en el George M. Steinbrenner Field de Tampa, Florida.

No fue para dirigir el juego ante los Tigres de Detroit, sino pasar por el proceso de pruebas de COVID-19. Boone, quien espera regresar a la cueva en los próximos días, dijo que se siente mucho mejor ahora que antes de la cirugía.

Sentía pesadez en la cabeza, fatiga y respiraciones cortas. Ahora la historia es diferente. Como él mismo expresa, junto a su “nuevo amigo” — el marcapasos – van bien. “En los últimos dos meses, nunca me sentí ni cerca de cómo me sentí al levantarme esta mañana, e incluso ayer saliendo del hospital”, dijo Boone.

“Estoy emocionado por regresar, pero quiero agradecerles a todos”. Fue la segunda cirugía de corazón en 11 años para Boone. En el 2009, le fue practicado un procedimiento a corazón abierto como jugador activo, para reemplazarle una válvula aórtica.

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