A sus 35 años, Lebron James afronta la que será su décima final de la NBA, una cifra que habla por sí sola de lo que ha supuesto este jugador para la mejor liga del mundo.
Sin embargo, esta vez afronta el reto con más responsabilidad que nunca, buscando su cuarto anillo y siendo Los Ángeles Lakers grandes favoritos.
Y es que en frente estarán unos Miami Heat que se han convertido en algo más que una sorpresa. Nadie apostaba por ellos ni al inicio de la temporada, hace ya un año, ni en la reanudación en la burbuja ni en cada una de las diferentes eliminatorias de playoffs que han jugado. Sin embargo, el equipo de Florida ha demostrado que están preparados para todo y tan solo han perdido tres partidos en estas eliminatorias por el título antes de afrontar el gran reto de medirse a los Lakers, favoritos desde el día uno.
La situación ahora mismo es clara. Los de California tienen toda la presión y toda la responsabilidad. Desde que ficharon a Anthony Davis se convirtieron en los máximos aspirantes a ganar el Anillo y se han metido en la gran final jugando un buen baloncesto y con los mencionados James y Davis tiranizando la competición, demostrando que son un complemento perfecto.
“Vine aquí para esto”, dijo Lebron, ganador de tres anillos con Miami Heat (2) y Cleveland Cavaliers (1).
Las casas de apuestas han instalado a los Lakers como favoritos considerables para vencer al Heat en las Finales de la NBA. Sin embargo, la acción de apostar temprano ha estado en los desvalidos y las probabilidades están en movimiento.
Los Lakers son -400 favoritos en las casas de apuestas de William Hill, en Estados Unidos ante +320 de los Heat. El apoyo temprano a Miami ha provocado que las probabilidades se muevan en algunas casas de apuestas. Hasta la mañana de ayer, 17 de las primeras 18 apuestas en las Finales de la NBA estaban a favor de Miami en el SuperBook en Westgate de Las Vegas.
