En la más reciente victoria a tres sets de Serena Williams en el Abierto de Estados Unidos, dos puntos en particular fueron fundamentales.
Y la elaboración de los mismos, por el prolongado peloteo y despliegue de rigor físico y técnica, que en un año sin pandemia fácilmente hubieran hecho que la gente saltara de sus asiento para aplaudir con fervor. Serena necesitó de esos dos puntos, uno en el cual ejecutivo en que le pegó de zurda, para revertir un déficit que le dejó set abajo y quiebre tras 45 minutos de su duelo de cuartos de final ante Tsvetana Pironkova ayer en un nublado en el estadio Arthur Ashe.

Con un par de victorias adicionales, Williams igualará el récord de 24 títulos de sencillos en citas de Grand Slam.

Serena, también madre, no ha perdido antes de las semifinales en Nueva York desde 2007, cuando Justine Henin la eliminó en los cuartos de final.

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