El sábado el Lic. José Paliza, presidente del PRM, cerraba una innecesaria discusión sobre la segunda mayoría en el Senado, diciendo en un Twitter: “El debate es muy sencillo, somos (el PRM) la primera mayoría”.
El “debate” surge porque una legisladora, de su propio partido, dijo que a ellos les correspondía la posición de segunda mayoría para ser miembro del Consejo de la Magistratura, ya que el presidente del Senado no es de su partido.

Tiene razón Paliza, el PRM es primera mayoría y, demostrando apertura, propone a un aliado de Presidente del Senado y, en esa condición, miembro del Consejo Nacional de la Magistratura. Asimismo, la segunda mayoría tendrá el segundo representante en ese Consejo Nacional de la Magistratura y para los que no reprobaron en matemáticas en las pruebas PISA, ocho es más que cuatro, como bien hubo de decir el Dr. Roberto Rosario.

Los caminos políticos se van despejando y salen los que no pueden seguir al frente del liderazgo nacional, porque ni contar con números pueden. Tendrá que enseñárseles con los dedos de las manos o con un ábaco para niños aprender a efectuar sumas, restas y multiplicaciones.

Todo ha cambiado y no se debe a la pandemia del Covid-19; ese virus sólo ha precipitado el proceso. Por ser el distanciamiento social y físico su única prevención, la humanidad, y los dominicanos dentro de ella, ha tenido que recurrir a los medios digitales ofrecidos desde hace más de dos décadas por la revolución del conocimiento, la tecnología y la inteligencia artificial.

Nada ha sido más oportuno para el régimen de partidos políticos que esta pandemia, para obligarlos a hacer las cosas diferentes a cómo las hacían. Las grandes transformaciones se producen cuando hay que recurrir, de manera impuesta por las circunstancias, a la creatividad, inventiva e inteligencia.

Justamente, en medio de esta pandemia, además de la revolución digital y de la crisis partidaria, surge la organización partidaria la Fuerza del Pueblo y se convierte en uno de los tres partidos mayoritarios; es segunda mayoría en el Senado y tercera mayoría en la Cámara de Diputados.

Además, se ve emerger como fuerza organizada desde la oposición a competir por el poder en el curso del cuatrienio que acaba apenas de iniciar. El PLD se ve incierto, a la deriva y sin líderes; el PRM, como organización que pasa de la oposición al oficialismo, lo hace manejando una triple crisis; la sanitaria, que ha creado la económica y ésta que, a su vez, produce la crisis social.

Un partido gobernando en medio de tres crisis, pierde fácil su propio balance; hasta su norte ideológico y de ser progresista, por sólo pretender recuperar la economía y la salud del pueblo, termine favoreciendo “a los que tienen algo que perder”, para citar a Balaguer.

En cambio, la Fuerza del Pueblo contribuirá con “una oposición responsable y crítica”, aportando sus esfuerzos para que se superen las crisis. Y, al mismo tiempo, definiendo conceptualmente su propia fuerza celebrando un “Primer Congreso del Pueblo Profesor Juan Bosch”, para construir espacios en un camino despejado.

La Fuerza del Pueblo celebrará su Congreso del 6 de noviembre próximo al 27 de febrero. Agotará 17 temas y elegirá sus líderes. Creará nuevo referente partidario.

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