Ayer se juramentó como presidente de la República Luis Abinader. Su elección se debe a múltiples factores, la mayoría de ellos expuestos en tertulias entre amigos familiares, politólogos, entendidos y “sabedores” en los medios digitales y de comunicación.
La versión más sólida es que si de uno de dos partidos mayoritarios, se desprende la mitad en uno, quedarán formados tres, uno mayor que las otras dos mitades. Es como si una montaña se quiebra por la mitad, sus dos mitades son, cada una, más bajitas que la montaña de al lado que no se quebró.

Esa división fue provocada por una inconducta de Estado manifestada por la cúpula predominante, encabezada por el ahora ex-presidente que, aunque quería quedarse y luego poner un títere, no pudo.

Los renunciantes, encabezados por el Dr. Leonel Fernández, articulamos y unificamos a la oposición política, para sacarlos del Poder; eso se logró. Se intentó clasificar para una segunda vuelta, pero hubo decisión en la primera.

Esa decisión en la primera vuelta se debió a que el candidato del PRM terminó beneficiándose del voto negativo o de rechazo originado contra la cúpula palaciega, por su conducta despótica y de pretender permanecer en el Poder, por encima de los límites constitucionales. Siendo, en cambio, el vigoroso opositor de esa cúpula la Fuerza del Pueblo, encabezada por el Dr. Leonel Fernández.

Los poderes fácticos, especialmente económicos, impactados por la pandemia del Covid-19, intervinieron y dejaron caer su fuerza y controles mediáticos, para provocar una decisión en primera vuelta. Ahora vemos un escenario político totalmente transformado.

El PRM desplaza del gobierno y del Congreso Nacional al PLD, organización que sufre un desplome por la sumisión de su Comité Político al obcecado hoy expresidente por querer quedarse.

De su lado, el contexto se completa con el posicionamiento que logra la Fuerza del Pueblo, constituyéndose en partido mayoritario y segunda mayoría en el Senado de la República, justamente detrás del PRM.

La Fuerza del Pueblo ha definido, por declaraciones de su presidente, Dr. Leonel Fernández, que se hará una “oposición responsable y seria” al gobierno que preside Luis Abinader. De inmediato los primeros 100 días son protocolarmente de tolerancia, como un compás de espera.

En ese tiempo la Fuerza del Pueblo se prepara para su “Primer Congreso del Pueblo Profesor Juan Bosch”, a ser celebrado desde el 6 de noviembre al 27 de febrero. Este Congreso se ha definido como un espacio participativo, donde juntos trazaremos las pautas que nos permitirán avanzar hacia una organización genuina y democrática, popular, abierta y garante de la Constitución.

A esos fines se organizan 17 Mesas Temáticas de debates, con los participantes que se reinscriban y se inscriban en la organización política. Los temas son:

1. Declaración de Principios; 2. Línea Organizativa; 3. Estatutos y Normas Internas; 4. Estrategia Organizativa Electoral; 5. Métodos, Contenidos y Estructura para la Formación Política; 6. Métodos para la recaudación financiera; 7. Comunicación, Medios Digitales y Tecnología; 8. Política Nacional y Rol de Oposición; 9. Política Internacional y Efectos de los Mercados; 10. Políticas para los Gobiernos Locales; 11. Línea Política del Bloque Legislativo; 12. Políticas de Juventud; 13. Políticas de la Mujer; 14. Desarrollo Sostenible; 15. Dominicanos en Ultramar; 16. Relación Partido Sociedad ; 17. Transparencia y Rendición de Cuentas.

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