Cada año se produce la disputa de que el “Día de las Madres”, se celebra con más entusiasmo y solemnidad que el “Día de los Padres”, porque entre otras cosas se aduce que las mujeres son mayoritarias en la población mundial y que la otra parte de la población del mundo viene por el efecto de la maternidad. Sin embargo, conviene señalar que hay muchos hombres que al enviudar y no casarse se convierten en verdaderos padres y muchos, con buena ternura, se encargan de la crianza de sus hijos lo que constituye un motivo solemne para honrar a nuestros padres y a todos los hombres que actúan como figuras paternas.

La señora Sant Dodd fue la primera que propuso en 1909 la celebración de este día para reconocer a los padrastros, tíos, abuelos y en general a todo el que funge como padre, siendo esta celebración el mejor regalo que podemos darles.

La señora Dodd deseaba que existiera un día para honrar al señor Jackson Smart, quien siendo veterano de la guerra civil, enviudó cuando su esposa murió de parto de su sexto niño enfrentando la responsabilidad de educar a sus hijos con educación en valores.
El primer “Día del Padre”, se celebró el 19 de junio de 1910 en la ciudad de Spokane, Estado de Washington, lo que motivó que en varias ciudades de los Estados Unidos se comenzara a conmemorar el “Día del Padre”, cuya festividad nacionalizó en 1924 el Presidente Calvin Coolidge pero finalmente es el presidente Johnson que firmó la Proclamación declarando el tercer domingo de junio para festejar a los padres.

En algunos países latinoamericanos este día se recuerda en diferentes fechas como en México que es el 20 de junio y en Colombia el tercer domingo de junio.

En República Dominicana. El día del Padre se festeja todos los años el último domingo de julio. Este hace homenaje al padre dominicano que con mucho esfuerzo, dedicación, responsabilidad y perseverancia trata de llevar lo mejor a su familia. Pero también este día es dedicado a aquellos hombres que sin haber procreado hijos, han sabido guiar a los que necesitaron de su amparo.

En nuestro país el Día del Padre es un día conmemorativo en el cual se incluye al padre dentro de la familia con la intención de honrar la paternidad, la influencia del hombre en la vida de sus hijos. Complementa el Día de la Madre que honra a las Madres.
La idea de instituir el “Día del Padre” fue acogida con entusiasmo por muchas personas en diversos condados y ciudades, y fue en 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge apoyó la idea de establecer un día nacional del padre.

Al igual que el día de la madre, muchas familias acostumbran reunirse y realizar alguna convivencia en nombre de los padres, abuelos o padrastros. Se organizan las familias para preparar algún platillo, se les reparten obsequios a los papás, o simplemente se trata de que ellos pasen un rato agradable en compañía de toda la familia.

Hoy se ha desnaturalizado la celebración de este homenaje a los padres así como el de las madres, la mercadotecnia y la publicidad han variado la esencia, vivimos en una sociedad de consumo que cada amanecer debe buscar un motivo para sacar hasta el último centavo a la familia, esta preciosa idea surgió como una necesidad de reconocer la labor de un padre – madre quien ocupó con dignidad dos roles distintos con el mayor acierto y decoro, por eso en nuestro país también se le rinde tributo a la figura paterna, lo cierto es que papá es un maravilloso complemento en casa ante los hijos y la sociedad.

Parece ser que no hay un himno oficial para los Padres, ni siquiera en el valioso libro del educador Ramón Emilio Jiménez, titulado “La Patria en la Canción”, no lo encontré y con otras ayudas localicé un himno a los padres de la autoría del General ® Vinicio A. Jiménez Rivera, quien fuera Director de la Banda de Música del Ejército Nacional, que ante la ausencia del referido himno escribió uno del cual incluyo a continuación:

Himno a los Padres
Dejemos que vuele en esta canción
El amor que anida nuestro corazón,
Para hacer justicia al hombre ejemplar,
Que se entrega todo por saber amar.
Cantemos al padre, al hombre final
Que aún siendo tan fuerte, nos sabe arrullar
El sufre en silencio por nuestro pesar
Aunque nunca veamos sus ojos llorar.
Si al retorno a casa, tras dura jornada,
le vemos callado, ceñudo, pensando
Besemos su frente con un beso santo
Y siempre a su oído: Yo te quiero tanto

Honremos al padre que junto a la madre
Llena la existencia de júbilo y gloria
Honremos su vida sin que se haga tarde
Y siempre honremos su hermosa memoria.

No deja de ser importante la famosa canción titulada MI VIEJO, de la cual incluyo a continuación sus dos primeras estrofas:

Es un buen tipo mi viejo
Viejo mi querido viejo
Que anda solo y esperando
Ahora ya caminas lento
Tiene la tristeza larga
Como perdonando el viento
De tanto venir andando
Yo soy tu sangre mi viejo
Yo lo miro desde lejos
Soy tu silencio y tu tiempo…
Pero somos tan distintos
Es que creció con el siglo
Con tranvía y vino tinto

¡Cuán grande es, aún entre los
pobres, el ser hijo de un buen padre!
Juan Luis Vives

Celebremos, pues, con amor y entusiasmo el día de todos los padres del mundo y de manera especial los de nuestro país para los cuales pedimos grandes bendiciones.

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