Es vital distinguir cosas para agradecer, algo positivo en medio de crisis. Elecciones exitosas el 5 de julio, el gran motivo para agradecimiento nacional ahora, definitivamente. Y mientras parece no haber ningún otro, resalta la rareza de cierta estabilidad eléctrica. Cada verano infaltablemente padecemos incremento en número y duración de los eternos apagones; sin embargo hasta ahora son mayormente “normales”. Probablemente la causa sea la propia crisis del covid-19, nada alentador – baja demanda por menor productividad, cierre de industrias, etc.-. Pero el caso es que debemos saludar no tener apagones sumados como pesar, aunque sí hay inexplicable más alta facturación. Bueno, ojalá no sea pájaro de mal agüero. Un día como hoy ocurrió el histórico, espantoso “Gran Apagón de Nueva York de 1977”.

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