El nuevo presidente asumirá las riendas del país con una economía golpeada seriamente por la crisis de coronavirus

El gobierno que se instalará el 16 de agosto de este año lo hará en una situación compleja -con el país envuelto en una crisis sanitaria- elemento que se suma a otros retos que deberá afrontar la administración que encabezará Luis Abinader.

Todo parece indicar que por un lado el gobierno entrante quizás deba tratar de buscar recursos para soportar la caída profunda de la generación de divisas que se ha dado por efecto de la pandemia de coronavirus (COVID-19) y posiblemente deberá sentarse con los sectores productivos para estudiar una reestructuración del aparato fiscal dominicano.

Como elemento adverso, el próximo gobierno tendría que tratar profundamente la crisis de salud, tomando en cuenta que esa crisis podría prolongarse más allá del corto plazo, porque el mundo carece aún de una vacuna para eliminarlo, se desconoce cuándo la tendría.

El profesor y economista Rafael Espinal, en un abordaje del tema, a pedido de elCaribe, sostiene que el país en los próximos 100 días -que son los que generalmente se plantean como inicio de un nuevo gobierno- debería considerar seriamente acercarse al Fondo Monetario Internacional (FMI) para hacer un acuerdo de más largo plazo, más extenso que la línea de crédito que gestionó el Banco Central por US$650 millones en abril.

“Sería una línea de crédito flexible de más largo plazo, con desembolsos parciales que pueda hacer que la diferencia o brecha entre la generación de divisas y la demanda de divisas de los sectores productivos, evite una caída brusca de las reservas internacionales netas y un alza del precio del dólar (si se aprecia frente al peso puede empujar a inflación), que evite el debilitamiento de los ahorros que están en fondos de pensiones y que de paso evite un debilitamiento financiero.

“Evitar eso, para mí es la primera tarea que puede tener del gobierno. Y para eso el FMI ha abierto líneas de crédito. Por ejemplo, Chile tomó una línea de crédito de 29,500 millones y lo han hecho otros países de América Latina, explicó Espinal, quien es coordinador de la carrera de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).

En lo que va del año, según un corte realizado a junio, el peso se había depreciado 8.9% frente al dólar, como consecuencia de una merma en el flujo de divisas en el mercado local. Para entonces, las autoridades monetarias habían tenido que intervenir en el mercado con cerca de US$2,800 millones para contener la tendencia alcista de la tasa de cambio.

Desde el punto de vista del profesor y economista Antonio Ciriaco Cruz, vicedecano de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) al gobierno que encabezará Abinader le vienen grandes desafíos y uno de ellos –en el corto plazo- es establecer un equilibrio entre la reapertura gradual en diferentes fases de la economía y bajar la tasa de contagio del virus.

El académico del Intec y el de la UASD coinciden en que en el corto plazo el gobierno debería mantener -si es posible- los programas de sostenimiento de ingresos de la población más vulnerable que ha sufrido los efectos económicos del COVID, entre ellos Quédate en Casa, el Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE) y “Pa Ti”, tomando en cuenta que no se ha encontrado una cura para el virus y que hay mucha gente fuera de sus puestos de trabajo, lo que significa que hay una caída en la actividad económica y en los niveles de ingresos.

El economista del Intec no se anda con rodeos en el tratamiento del tema. “El país está en una situación social y económica como nunca antes vista en la historia moderna. No hay que temer a un acuerdo con el FMI. Lo que hay es que negociarlo con inteligencia y tratando de hacer algunas reformas que están pendientes y que probablemente en una negociación con el Fondo se pongan sobre la mesa”, asegura Espinal.

Indicó que el nuevo gobierno debería llamar inmediatamente a los sectores nacionales, especialmente a los productivos para tratar la cuestión fiscal. “Eso es difícil decirlo, pero es necesario y eso está en la Estrategia Nacional de Desarrollo. Es impensable que un país pueda soportar una crisis con 13% de presión tributaria. Es un gobierno muy debilitado en la generación de recursos y tiene que sentarse a tratar de buscar mecanismos para disminuir tasas y aumentar la base imponible, buscando incorporar una mayor cantidad de empresas y agentes sujetos a la política tributaria para aumentar esas recaudaciones”, sostuvo.

“En cualquier escenario que sea, el país necesitará financiamiento”, ha planteado de otro lado Miguel Collado, economista senior del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES). “Las nuevas autoridades tendrán que hacer un paquete de reformas para relanzar la economía”, sugiere.
“Hemos propuesto una serie de reformas estructurales a corto y largo plazo, que serán necesarias para elevar la productividad en estas circunstancias, para bajar costo y que tengamos una economía que pueda salir más rápido de la situación”, ha dicho Collado. La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronostica que República Dominicana crecerá cero por ciento en su PIB este año.

Lo que piensa el CREES y lo planteado por el BID

Entre esas reformas que sugiere el CREES -vía Miguel Collado- figuran algunas en el área fiscal, sector eléctrico, laboral, mercado de capitales y el transporte, las cuales irían a reducir costos internos, además de los cambios en la parte institucional del Estado. Desde su punto de vista, el déficit fiscal para 2020 será superior a lo estimado por las autoridades. “Sería de un 6.2 %”, ha calculado. Mientras, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través de Joaquín Zentner, su economista Pais, también ha planteado que República Dominicana debería ir colocando la mira en lograr un pacto fiscal. “Me parece central llegar a ello en el comienzo del nuevo gobierno, para que eso garantice mayor sostenibilidad y certidumbre ante un contexto internacional incierto”, ha dicho el especialista de la institución.

LOS EXPERTOS

Rafael Espinal
Economista del Intec
El profesor Rafael Espinal sugiere que en el caso de las industrias, el sector servicio (como el turismo y las pequeñas empresas, que han sufrido por el “shock” del cierre de la economía) el gobierno podría contemplar algún tipo de subsidio para que puedan afrontar la crisis. “Entre ellos están los salones de belleza y talleres”, explicó.
Antonio Ciriaco Cruz
Economista de la UASD
“El nuevo gobierno está llamado a reformular el presupuesto para 2021, de tal manera que le permita establecer claramente la reactivación de la economía en los próximos años. Y tiene el reto de mantener la estabilidad del tipo de cambio, que es una variable que puede en cierta manera medir la capacidad de las autoridades futuras”.
Joaquín Zentner
Economista del BID
“Se necesita una reforma tributaria que permita aumentar la recaudación y mejorar la eficiencia. Con más del 14% del producto interno bruto en recaudaciones, la presión tributaria en República Dominicana es la tercera más baja de la región”, ha planteado el economista País del BID.

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