La calma que inició ayer viernes, tras el jueves terminar la inquietante campaña política para elegir autoridades nacionales y congresuales para el período constitucional 2020-2024, continúa hoy e igual debe ser mañana, día de la votación. Que todo transcurra en paz y en afirmación de la voluntad libre y soberana del pueblo es lo que todos esperamos. La recompensa a otra competencia electoral desigual, a favor del partido con mayor poder económico, pese a que supuestamente se adoptaron leyes para promover equidad. Además, con el trance sin precedentes que significa la pandemia del coronavirus. La cita fue forzosamente pospuesta pero finalmente ha llegado el gran día de nuestra democracia; la consigna es nadie perdérsela. Nuestra única oportunidad de decidir, solamente esta, cuatrienal. Vamos a votar.

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