Los niños son los más vulnerables ante esta pérdida, ya que ellos ven los animalitos como mejores amigos

Cada vez son más las personas que deciden integrar una mascota a su hogar. Los perros y los gatos encabezan la lista entre los preferidos. Tener una mascota, principalmente un perro, nos reporta múltiples beneficios, independientemente de su incondicional lealtad.

La compañía y el cariño que nos profesan son incomparables. Estudios realizados han reportado que tener animales domésticos reporta beneficios a nuestra salud física y mental. Las mascotas nos entretienen y nos alejan de nuestras preocupaciones diarias, nos obligan a ejercitarnos a la vez que lo ejercitamos y los paseamos.

Es tal la importancia de las mascotas que desde hace décadas existen hoteles alrededor del mundo con pisos destinados a huéspedes con sus mascotas. Algunos países incluso cuentan con restaurantes que aceptan perros. Por esa entrega y ese amor incondicional que recibimos de estas adorables criaturas, resulta muy profundo el dolor que nos ocasiona cuando, inevitablemente, ocurre su partida física. Ese duelo nos lleva a experimentar diferentes sentimientos que van desde el enfado, la negación y la aceptación. Su ausencia física definitiva nos entristece como si de un miembro de la familia se tratase, que de hecho lo son.

Para lidiar con su ausencia definitiva necesitamos de herramientas que nos ayuden, porque es un dolor que puede afectarnos más de lo que se puede imaginar. Para documentarnos hemos abordado a la psico-pedagoga y especialista conductual, Aixa Gamez, por ser los niños casi siempre los mayormente afectados por este tipo de pérdida.

“La presencia de una mascota en casa puede significar tantas cosas; dependiendo de la necesidad de cada familia. Puede ser simplemente un apoyo de seguridad, como puede ser un compañero de comunicación para un niño autista, un acompañante emocional de niños con déficit de atención e hiperactividad TDAH. También el sustituto de un ser humano ausente, o los ojos de una persona no vidente. Simplemente las mascotas se convierten en ese apoyo. Muchas veces para un niño su mascota es lo primero que ve en las mañanas, o lo primero que ve al entrar a su casa”, explica Aixa Gamez.

Asegura que lidiar con el dolor de la pérdida de mascotas es un duelo “y como todas las personas que pasan por un duelo lo primero es no inhibir los sentimientos. Validar que tu hijo/hija se siente mal. Validar que se siente solo, triste o enfadado. Luego es muy importante hablar sobre su mascota con seres queridos que posiblemente también lo conocían. Rememorar y celebrar la vida de la mascota tan querida. Si es posible, buscar una forma de despedirse; un entierro”, expone. Además, asegura que la pérdida de una mascota suele afectar mucho a los menores de la casa, porque son para ellos como un miembro de la familia o su más cercano amigo.

“Puede ser que sea el primer duelo formal por el que pasa un niño. Por eso es sumamente importante la manera en que comunicamos la muerte del animalito. Es un tema serio y dependiendo de cómo los padres lo manejan al momento de informar al niño, será el proceso fácil o complicado”, enfatiza la psicóloga.

Dice Aixa que la información a suministrar va a depender de la razón por la que murió la mascota y la edad que tenga el niño. “Hay que decir la verdad usando frases como: ‘estaba muy mayor’, ‘estaba muy enfermito y los doctores hicieron todo lo que pudieron’; ‘está en un mejor lugar, cuidándote desde el cielo’…”, recomienda la psicóloga.

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