Quienes asumen con alguna carga de responsabilidad el destino de los dominicanos, saben que en estos momentos se incuban poderosos rebrotes de coronavirus. Lo que ocurrió la noche del domingo y las caravanas protagonizadas por los políticos, son la más clara evidencia de que después que pasen las elecciones habrá que reasumir la política de intentos de control de la pandemia. Ahora hay una complicidad compartida calladamente orientada a celebrar las votaciones en cualquier circunstancia. Mientras tanto, los ciudadanos no tienen más alternativa que persistir en mantener el cuidado debido, recurriendo a los medios de defensa recomendados para evitar los contagios. Sólo después del 5 de julio, si ese día hay decisión final, sabremos hacia dónde vamos.

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