El covid-19 puso en primer plano el periodismo de salud. Tremendo desafío la cobertura de un virus nuevo, amén de la propia situación sin precedentes de una pandemia. Los medios debieron esforzarse para servir información precisa, de fuentes autorizadas, entendible y útil. En nuestro país la mayor responsabilidad descansó en los diarios impresos así como programas televisivos de investigación. A estas alturas, la lección a futuro es que nuestro periodismo de salud prosiga fortaleciéndose como género especializado. Nuestro bajo nivel científico- económico impide adoptar modelos de países desarrollados, donde esta planilla mediática la integran profesionales dedicados tiempo a la investigación de salud; médicos o científicos que paralelamente tienen formación periodística profesional. Pero conforme nuestra realidad, seguir perfeccionándonos.

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