Danilo debe bajarse ya de esa nube

A Danilo Medina el cambio de mando se le vino encima cuando aún no se reponía de la resaca del jumo continuista en que ha vivido desde el 16 de agosto  2012.

A Danilo Medina el cambio de mando se le vino encima cuando aún no se reponía de la resaca del jumo continuista en que ha vivido desde el 16 de agosto  2012.

Por eso el Presidente parece no haberse enterado de que cuando el Coronavirus empezó a azotarnos, Luis Abinader, a quien las encuestas registran como su sucesor en el poder, le tendió puentes de plata al  proponerle gestionar la unidad de todo el país para encarar los retos sanitarios, económicos y políticos que nos apareja la epidemia.

Algún danilista despistado dirá que la expresión no le cuadra a su líder porque el proverbio de la jerga militar es, exactamente: “Al enemigo que huye, puente de plata”, y no es el caso que el presidente esté en desbandada, huyendo, y menos que Luis Abinader le esté dando un trato de “enemigo”.

Pero el punto es que a principios de marzo, Danilo debió haber tenido iniciado ya lo que en aeronavegación denominan “un descenso en la altitud del vuelo, reducir la velocidad, tener abajo los trenes de aterrizaje, seguir un patrón de aproximación, de inclinación, de planeo y haber identificado el lugar exacto de aterrizaje”.

Esa operación es para el Presidente preparar la rendición de cuentas, montar  todo el proceso de transición y organizar con tiempo la ceremonia de traspaso de mando y otros protocolos de lugar, que han de estar OK en unos 4 meses.

El próximo cambio de mandos le será menos cómodo que los realizados con anterioridad, pues recibió el mando de Leonel Fernández, hasta entonces compañero de viaje en el liderazgo del PLD.

Luego se sucedió a sí mismo en 2016. Pasar el mando al partido con el nunca ha cohabitando tranquilamente como se hace con la oposición en democracia institucional, quizás resulte en un tránsito que el primero en querer suavizar debía ser Danilo.

Ahora se dice que en el gobierno se pretende no atacar con la coherencia y eficiencia debida al COVID 19, para evadir el compromiso institucional del 5 de julio, que debe ser una misa de salud para la democracia.

Yo creo que el danilismo se creyó que el poder le era eterno, más que en eso de que anden montando bellaquerías frente a una cita institucional de la que Danilo es el principal responsable, junto a la JCE.

Prefiero creerme eso, aunque desde el gobierno paguen a abogados del diablo para que defiendan argumentos continuistas que sólo se explican en los borbotones de miles de dólares ganados en el estercolero en que se revuelcan tahúres y charlatanes.

Posted in Destacado, OpinionesEtiquetas

Más de destacado

Más leídas de destacado

Las Más leídas