El V Congreso Médico Dominicano se celebró en la ciudad de San Cristóbal en noviembre de 1947. La fecha coincidió con la conmemoración de la elaboración de la Constitución Dominicana que fue proclamada en esa ciudad el 6 de noviembre de 1844. Se presentaron unos cincuenta trabajos, se proyectaron películas y se realizaron cirugías en el Hospital Juan Pablo Pina de aquella ciudad, bajo la dirección del doctor Felix Goico. El comité organizador estuvo compuesto por el doctor Fernando Defilló como presidente de honor, el doctor José Sobá como presidente del congreso, los doctores Federico Lithgow y Gilberto Gómez como vicepresidentes, el doctor Miguel Piantini como secretario y el doctor Héctor Read como tesorero. Fungían como vocales los doctores Viriato Alberti, Marcial Martínez, Darío Contreras, Alejandro Espaillat, Ramón Báez y Rafael Faxas. Los temas oficiales del congreso fueron la tuberculosis, el cáncer y el paludismo.

Entre los temas tratados estaba el tratamiento del panadizo, presentado por el doctor Andrés Ferres o las consideraciones sobre la lepra, presentado por el doctor Guillermo Herrera. El doctor Antonio Camilo presentó tres casos de tétanos, curados con penicilina y sulfato de magnesio. El doctor Julio Espaillat presentó un caso de un quiste solitario del riñón y presentó una novedosa técnica quirúrgica. Figuras importantes de nuestra medicina como los doctores Darío Contreras, Manuel Felipe Pimentel o Mairení Cabral presentaron temas novedosos y de interés para la clase médica de aquellos años. El doctor Rafael Miranda presentó un trabajo sobre el estado actual del tratamiento del coqueluche.

En ese congreso se presentó una exposición de libros de medicina, patrocinada por la Universidad de Santo Domingo, y que además ofreció materiales de apoyo médico y publicaciones en Español, Inglés y Francés. El día 8 de noviembre se clausuró el congreso con un gran acto protocolar y banquete. Debemos resaltar que al ser San Cristóbal la ciudad natal del tirano Trujillo, este se esmeró en apoyar ese congreso. En las conclusiones y recomendaciones, desde luego con actitudes políticas de apoyo al tirano, pero la parte científica produjo un interesante enfoque sobre la fiebre tifoidea y su control en el país, además se recomendó iniciar la enseñanza de la higiene en las escuelas del país y se mencionó la importancia de tener recursos para atender las cardiopatías.

De igual forma se aprobó una propuesta del doctor Nicolás Pichardo en el sentido de que la realización de una autopsia es un derecho que el Estado debe ejercer y se propuso la creación de un instituto central de Anatomía Patológica así como institutos provinciales. Una propuesta aprobada fue la de instaurar la educación sexual en las escuelas del país. De igual forma solicitaron los participantes de ese congreso la creación de un Instituto de Cardiología y de un centro nacional de Tuberculosis. También y en una propuesta motivada por los doctores Rafael Santoni, Jaime Jorge entre otros se solicitó la creación de bancos de sangre en toda la República.

Se otorgó de igual forma reconocimientos a la ciudad de San Cristóbal, al Secretario de Sanidad, a la Asociación Médica Dominicana, y desde luego a Trujillo. Como era costumbre, ningún acto podía desligarse de la presencia del tirano. Pese a eso, este congreso fue particularmente importante por la calidad de los trabajos y por la certera cantidad de recomendaciones aprobadas. Las sugerencias que se encaminaban a una definitiva modernización de nuestro sistema de salud muestran la calidad y el interés de los médicos dominicanos, preocupados por ofrecer a sus conciudadanos la mejor salud posible.

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