La mesa de la Semana Mayor se ve matizada por alimentos típicos como pescado, guandules y habichuelas con dulce
Aunque permanecemos en cuarentena, esto no nos impide cocinar y disfrutar en familia de la gastronomía que nos ofrece la Semana Santa.
Durante el tiempo de Cuaresma y Semana Santa, algunas personas suelen ser creativas en la cocina para degustar alimentos nutritivos, llenos de sabor, que durante años se han consolidado como una tradición.
Entre los alimentos que más se consumen, la chef Esperanza Lithgow menciona el pescado con coco, pulpo y camarones.
También, vegetales como las berenjenas, tayotas y papas, las que se pueden hacer de distintas maneras: hervidas, rellenas y en pastelones; mariscos como pescados, camarones, calamar, hechos a la criolla, con coco, fritos o al vapor.
Asimismo, se consumen guarniciones como los víveres, arroz y guandules con coco, que no se pueden quedar, indica la chef.
Al potaje y los platos elaborados con bacalao se pueden incorporar otros menús, como las lentejas, las habichuelas pintas, las papas guisadas o incluso la paella de marisco. Los buñuelos, las croquetas y las tortillitas de bacalao también son típicos de estas fechas. En muchas mesas se incorpora una variedad de pescados, desde los blancos, como la pescadilla, el mero y la merluza, hasta los azules como boquerones y sardinas. Las posibilidades son muchas: rebozado, a la marinera, a la criolla, frito, todo dependerá del gusto de cada persona.
El sacerdote Roberto Martínez nos explica que esta tradición culinaria ayuda a la gente a hacer un sacrificio liberador, al abstenerse de comer carne. Martínez resalta que a pesar de la amplia gama de alimentos, muchas personas se olvidan de este tipo de sacrificios debido al surgimiento de las nuevas ideologías y filosofías emergentes.
Dulces
La repostería es otro de los puntos fuertes de la Semana Santa. Tanto los postres caseros elaborados con leche, como los productos de bollería, cubren los manteles de todas las casas durante estas fechas. Por ejemplo, un símbolo de Semana Santa son las habichuelas con dulce, la cual se consume tradicionalmente el Miércoles de Cenizas y el Viernes Santo.
Además de las habichuelas, las habas con dulces son otro de los postres típicos que se degustan, señala Lithgow. “Su elaboración sencilla, junto con su delicioso sabor y el poco gasto que hacen al bolsillo los han convertido en platos perfectos para estos días de austeridad”, puntualiza.
Bacalao
El bacalao es el pescado más típico de la Semana Santa, el cual se puede preparar de diversas maneras, como guisado, frito y en caldos.
