Miami.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se rehúsa por ahora a establecer el encierro obligatorio, como lo han hecho estados como California y Nueva York, los mayores focos del COVID-19 en Estados Unidos, al considerar que es «contraproducente».

DeSantis, quien dijo este lunes que analiza diferentes opciones, explicó que «gran cantidad» de neoyorquinos están llegando a Florida tras la restricción en ese estado norteño y que puede pasar lo mismo en el Estado del Sol.

Señaló además que estos visitantes deben someterse a cuarentena.

«Si miras lo que sucedió en Nueva York, cuando hicieron la orden de quedarse en casa ¿qué hizo la gente? Bueno, mucha gente huyó de la ciudad», manifestó el republicano.

Estos comentarios, sin embargo, ha sido recibidos con rechazo en las redes sociales, al considerar que ese es precisamente un buen argumento para bloquear el estado.

DeSantis también se ha negado a cerrar las playas de Florida, pese a que varios gobiernos locales lo han hecho para evitar las masas, especialmente de universitarios que están en pleno receso de «Spring Break».

Los condados de Miami-Dade, con 278 infectados, y Broward, con 263, en el sur de Florida, concentran más de la mitad de los 1.227 casos del COVID-19 del estado, en el que han muerto al menos 18 personas.

Estos condados, especialmente Miami-Dade, se apresuraron a cerrar playas, restaurantes, centros comerciales, y ahora marinas, para evitar la propagación del virus.

La única demócrata del gabinete de DeSantis, Nikki Fried, le ha urgido al republicano considerar la implementación de una orden estatal de «quedarse en casa» por un plazo razonable.

«Como el tercer estado más grande del país, Florida necesita ir más lejos en #COVID19. No podemos permitirnos perder otra semana», manifestó Fried, quien es la comisionada (ministra) de Agricultura de Florida.

California, Nueva York, Nueva Jersey, Conecticut, Illinois, Luisiana, Ohio, Oregón, Nevada y Pensilvania han anunciado órdenes de encierro o prohibiciones de negocios no esenciales.

Entre tanto, el alcalde de Miami, Francis Suárez, que se recupera del nuevo coronavirus y permanece en cuarentena, se plantea ordenar el refugio obligatorio y toque de queda para unos 400.000 habitantes de la ciudad y para ello convocó a una reunión de emergencia para el próximo miércoles.

Según Suárez, además del aislamiento, la restricción permitiría el mejor movimiento de una serie de actividades «esenciales» como desplazarse para trabajar en negocios vitales como supermercados tiendas y hospitales, comprar comestibles y medicinas.

El alcalde fue uno de uno de los primeros funcionarios públicos de Estados Unidos que dio positivo en el país, tras recibir a la comitiva que acompañó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. Dos miembros del gabinete de ese país que visitaron Florida han dado también positivo.

Suárez, que ha estado actualizando su situación médica a través de video, se propone hacer la reunión de emergencia a través de una videoconferencia este miércoles.EFE

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