Todos quieren y merecen saber qué pasó el 16 de febrero. Aunque no haya sido establecido a través de una encuesta bien diseñada y realizada, existe la percepción de que la gente otorgaría más credibilidad a una investigación de un organismo internacional que a una de las entidades del Estado dominicano encargadas de investigar actos criminales. Por eso tanto la oposición que lidera el PRM como el Gobierno del PLD, recomendaron y apoyaron la selección de la Organización de Estados Americanos (OEA) para realizar esta trascendental investigación.

El domingo 16 de febrero en la noche, el ex presidente Leonel Fernández, en una alocución por radio y televisión solicitó “que a partir de mañana (lunes), se les permita a los técnicos del IFES y de la OEA, realizar una auditoría a los referidos equipos con la finalidad de poder esclarecer lo ocurrido”.

Dos días después, el martes 18 de febrero, Luis Abinader, candidato presidencial del PRM, exigió al Gobierno dominicano autorizar a la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) a realizar una investigación independiente para que el pueblo dominicano supiese quién cometió el crimen de sabotear las elecciones del pasado domingo. A seguidas preguntó: “¿Se atreven a ese acto de transparencia?”.

El viernes 21 de febrero, a través de un documento leído por el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Dr. Flavio Darío Espinal, el Gobierno dominicano respondió que el Presidente de la República, Lic. Danilo Medina, instruyó a principios de semana, específicamente, el martes 18 de febrero, al ministro de la Presidencia, al ministro Administrativo de la Presidencia y al consultor jurídico del Poder Ejecutivo a realizar una serie de consultas con importantes líderes de opinión del país, así como con líderes del sector empresarial. Simultáneamente, el martes 18 de febrero, “el presidente Danilo Medina instruyó al ministro Administrativo de la Presidencia, al consultor jurídico del Poder Ejecutivo y al embajador dominicano ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) reunirse con el Secretario General de la OEA Luis Almagro para ventilar este asunto y explorar vías de cómo proceder ante una situación como la que enfrentamos los dominicanos en esta coyuntura.” El documento del Gobierno leído por el Consultor Jurídico indica que “la reunión con el Secretario General Almagro se produjo en el día de ayer (jueves 20 de febrero) en la sede de la OEA en la ciudad de Washington, D. C.” El objetivo perseguido es la realización de una investigación profunda “y con independencia de todos los actores políticos internos, incluyendo al Gobierno”, que permita a todo el pueblo dominicano recibir “una explicación transparente y creíble de lo que sucedió en el sistema automatizado instalado por el máximo órgano electoral”, teniendo en cuenta que “ciudadanos y ciudadanas se han manifestado en diferentes puntos del país reclamando una respuesta seria y contundente a la pregunta de qué pasó ese día o días antes que impidió la celebración de las elecciones para elegir las autoridades municipales”.

El comunicado leído indica que, para el Gobierno dominicano, “lo que ocurrió, sin duda alguna, fue un hecho lamentable, bochornoso y frustrante. Los ciudadanos manifestantes y la sociedad entera demandan y merecen una explicación”, sentenciando a seguidas que “sin elecciones libres y competitivas, justas y transparentes, no puede haber democracia.” El Gobierno, hizo el contacto y pidió a la JCE “cursar una invitación a la OEA para que lleve a cabo esta tarea”. El documento del Gobierno reitera que esta iniciativa lo que procura “es que la investigación que se lleve a cabo sea independiente, transparente, rigurosa y objetiva.” En la tarde de ayer, lunes 2 de marzo, la JCE y la OEA firmaron el acuerdo para la realización de la auditoría al proceso de voto automatizado utilizado en las suspendidas elecciones municipales del 16 de febrero.

Cualquier observador imparcial y extranjero que observe la secuencia de acontecimientos, al observar que tanto los principales líderes y partidos de la oposición como el Gobierno dominicano coinciden en que la OEA realice la investigación, posiblemente llegaría a la conclusión de que quienes han pedido y apoyado la selección de la OEA para decir lo que pasó, no tienen absolutamente nada que ver con lo ocurrido. Ninguno parecería ser el responsable del fallecimiento del voto automatizado el pasado 16 de febrero. Para este observador, resultaría muy extraño que quien disparó contra el voto automatizado acepte que la OEA investigue, a no ser que, de antemano, dispusiese de información privilegiada de que los buzos que utilizará la OEA bajarán únicamente con careta y snorkel, pues los tanques de oxígenos hechos en China pudiesen estar afectados del coronavirus. En otras palabras, que la investigación no sería lo suficientemente profunda para señalar la fuente del sabotaje que existe en el imaginario colectivo.

“Señoras y señores, lo sucedido el 16 de febrero, fue un error humano”. ¿Se imaginan un titular de prensa como ese el día que la OEA revele los resultados de su investigación? Almagro no tiene idea de lo que se le viene encima si esa es la información que los buzos de la OEA extraen de los arrecifes electorales de nuestras poco profundas aguas tropicales. Quienes piensan que el sabotaje lo realizó el Gobierno, porque vería reducirse el porcentaje de las alcaldías municipales y direcciones de Distritos Municipales controladas por el PLD de un 70% (275 de 392) en la actualidad a 66% (260 de 392), dirían que el Gobierno presionó a la OEA para que se ahorrara la verdad. Quienes entienden que el sabotaje es de facturación perremeísta, pues consideran que al PRM le resultaba poco conveniente unas elecciones que mostrarían un avance limitado, al pasar de 73 alcaldías municipales y direcciones de Distritos Municipales en la actualidad a poco más de 90, señalarían que Rudy Giuliani, amigo de Trump y asesor de Luis, llamó a Almagro para que dejara eso así. Los que piensan que el sabotaje tiene origen la Fuerza del Pueblo (FP) que lidera el ex Presidente Fernández, pues las encuestas mostraban que la FP no sacarían un solo alcalde ni un director de Distrito Municipal, lo que iba a provocar un descalabro de la recién nacida organización política y una emigración hacia otros partidos con posibilidades de ganar en mayo, sacarían a relucir que el 28 de julio del 2017, Leonel y Almagro renovaron el acuerdo de cooperación entre la OEA y Funglode a través del cual procuran fortalecer el diálogo político, las observaciones electorales, la mitigación de desastres naturales, la gobernabilidad municipal, la realización de proyectos de desarrollo, los derechos humanos, la democracia, el desarrollo sostenible, la gestión pública, la gobernabilidad, la seguridad, la sociedad civil y la sociedad del conocimiento. En otras palabras, que Leonel y Almagro son grandes enllaves. Sé que algunos que perciben que su espíritu sigue entre nosotros pueden estar pensando que la culpa es de Trujillo, quien actuando a través de su nieto Ramfis Domínguez Trujillo, el ex candidato del PNVC, fue el responsable de echar el jabón en el sancocho del 16.

Lo que si puede tener seguro Almagro es que, si al final no hay culpables, que fue un lamentable e involuntario error humano, debería ir comprando los mejores protectores auditivos para moderar el ruido de los cacerolazos que escuchará en la 200, 17th Street NW, en Washington, DC. La OEA ha asumido un reto de gran trascendencia y debería evitar manejar el caso superficialmente. Como afirmó el presidente Medina en su discurso de rendición de cuentas del pasado 27 de febrero, al identificarse “plenamente con el clamor de amplios sectores de la sociedad dominicana, especialmente las nuevas generaciones, en el sentido de que se busque a fondo la verdad, toda la verdad, sin cortapisas ni restricciones. El pueblo dominicano demanda y merece una respuesta. Un acontecimiento de esta envergadura no puede quedar sin explicar, o con explicaciones a medias o acomodaticias.” Si la OEA ha venido a acomodar, convendría que se ahorre el servicio y recomiende que la investigación de un hecho que la mayoría entiende que tiene origen criminal, sea realizada por el FBI, el MOSSAD o el Royal Canadian Mounted Police.

No está de más que alguien inicie desde ya el contacto con los especialistas en integridad electoral Jack Williams y John Curiel del MIT Election Data and Science Lab, para que traten de indagar si el error humano fue endógeno o si fue estimulado o provocado por elementos exógenos a la JCE. El que tome la iniciativa debería requerir que los buzos deben venir con tanques de oxígenos. Las caretas-snorkels no son adecuadas para el caso.

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