Con el título original Who Killed Malcolm X? se le encuentra en Netflix. Quizás sin buscarlo, está estimulando la búsqueda de esclarecer estos crímenes, y ya eso solamente trae esperanzas de justicia –aunque sabemos que eso no llega visto en crímenes de Estado como el de JFK, pero, bien, como dice el dicho aquel “para todo perdido…– y esas ansias de conocer la verdad las viene estimulando un fiscal de la justicia USA. Es muy posible que se logre establecer culpabilidades que llevaran al menos a un desenlace moral, lo que se presenta como material para un nuevo documental. Tomemos en cuenta que incluso se puede “asesinar” por segunda vez al líder carismático y sagaz político, echando a rodar versiones que desnaturalizan la lucha política que viene dándose en USA con fuerte componente trágico para los líderes que enfrentan a su clase gobernante. Malcolm X, que nacido como Malcolm Little, llevaba el nombre oficial completo como El-Hajj Malik El-Shabazz, echó fieros combates contra el Poder del Estado (de USA), interpretándose errónea y convenientemente que estaría abogando por la destrucción del Estado burgués impuesto por la clase gobernante estadounidense, valiéndose de un componente racial. Es obvio que las estructuras de ese Estado impondrían su narrativa para eliminarlo física y moralmente, tal y como efectivamente lo han hecho desde los tiros del 21 de febrero de 1965 –a los 310 años de inicio del trabajo esclavo en Norteamérica–. ¿Eso explica que se diga que iba de frente contra todos?, no, iba de frente contra el Poder establecido al que pertenecen burgueses y trabajadores, negros y blancos, pobres y ricos, oligarcas y demócratas. La lucha, decía, se llevará “por cualquier medio necesario”. Algunos aspectos interesantes son que “el investigador autodidacta Abdur-Rahman Muhammad, mientras entrevista a aquellos que conocieron a Malcolm X y otros relacionados con el asesinato en el Audubon Ballroom de Nueva York en febrero de 1965. Las acusaciones clave de la serie incluyen la acusación de que los investigadores federales no divulgaron pruebas que identifiquen a cuatro cómplices involucrados en el asesinato, lo que condujo a la condena injusta de dos hombres. Norman 3X Butler y Thomas 15X Johnson cumplieron cadena perpetua por el asesinato, junto a Talmadge Hayer, quien admitió su papel en el asesinato. Después de ser encarcelado, Hayer, quien más tarde se conoció como Mujahid Abdul Halim, nombró a cuatro de sus cómplices y dijo que Butler y Johnson no estuvieron involucrados en la muerte.” Como lección de historia es una visión de las corrientes del movimiento de derechos civiles en ese momento.

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