Conversa con elCaribe sobre sus planes para 2020 tras una pasada campaña en la que fue víctima de las lesiones

Luis Severino vivió una pesadilla en 2019, los días más largos de su carrera como profesional, con un resumen de horas, minutos y segundos para el olvido. Son precisamente esos elementos los que le empujan a pensar en grande para la próxima campaña con los Yanquis de Nueva York.

“Fue un año difícil, el más difícil de mi carrera. Yo nunca había pasado por algo así”, dijo Severino a elCaribe por la vía telefónica desde Tampa, Florida, tras una sesión de trabajo en la sede de su equipo.

“Nunca había durado tanto lesionado, nunca había estado tanto tiempo fuera, nunca. Ni antes de firmar ni cuando firmé. Fue bien difícil. Pero son pruebas de la vida y hay que enfrentarlas”, señaló el lanzador derecho que mañana cumple 26 años de edad.

Tras un 2018 repleto de éxitos, con marca de 19-8, un promedio de carreras limpias de 3.39, 220 ponches y una selección al Juego de Estrellas, el derrumbe de 2019 comenzó temprano. De hecho fue en la misma etapa de entrenamiento cuando tuvo la primera lesión en el hombro y luego otra de mayor preocupación en el musculo dorsal ancho.

Luis no pudo lanzar una pelota hasta septiembre.

“No fue fácil para mí tener que estar mirando sin poder hacer nada. Y más el año pasado que tuvimos muchas lesiones. Hay veces que uno quiere ayudar y no puede”, comentó.

Severino agotó un fuerte régimen de preparación de otoño a invierno en la República Dominicana. Su faena arrancaba antes del alba y se extendía hasta después del mediodía. Ahora que practica bajo la tutela directa de los Yanquis, hay uno que otro ajuste en el tipo de ejercicio, pero las horas de entrega no han disminuido.

“Estamos trabajando fuerte desde hace meses”, dijo el nativo de Sabana de la Mar. “Desde bien temprano en pie, cinco y media, seis de la mañana para trabajar en muchos aspectos. Gracias a Dios que todo marcha muy bien hasta el momento”, agregó.

Tras un anillo

Severino, que a principios de 2019 firmó con los Yanquis por cuatro campañas y 40 millones de dólares, solo pide salud y se encarga del resto.

“Si estamos en condiciones, libres de lesiones, que espero en Dios y así sea, yo me encargo del resto porque sé lo que puedo hacer para el equipo y también cuento con el apoyo de mis compañeros”, dijo.

Más que estadísticas individuales y premios, el serpentinero, de amplio y dominante repertorio, tiene como meta aportar lo más que pueda al éxito de los Yanquis en la venidera estación.

“Aquí pensamos en ganar, en ir a la Serie Mundial y celebrar una corona. Eso es lo que uno quiere. En los últimos años hemos estado cerca, pero no hemos podido lograrlo. Tenemos el talento y no vamos a parar hasta lograrlo”, dijo.

“Si el año pasado llegamos lejos, a pesar de todas esas lesiones, pues esta campaña solo espero que las lesiones no nos afecten tanto para poder completar la meta”, comentó.

Severino está en una rotación en la que se encuentran Masahiro Tanaka y el recién llegado Gerrit Cole, probablemente el lanzador de más dominio en 2019 y a quien los Yanquis contrataron por nueve temporadas y 320 millones de dólares. “De lo poco que hemos hablado me he dado cuenta el porqué es uno de los mejores lanzadores. Sé que aprenderé mucho con él”, manifestó el dominicano.

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