Rodríguez ha dejado saber que le interesa ser la cara de un equipo, un salto que lo colocaría a otro nivel

Lo de Álex Rodríguez siempre ha sido grande: sus números en la pelota, las controversias, sus contratos, la suspensión, la majestuosa reconstrucción de su imagen y ni hablar de su empeño por los negocios.

Uno de sus principales anhelos ha sido el de ser reconocido como un empresario de peso, uno que conecta cuadrangulares en ese mundo con la misma facilidad que dio 696 durante su carrera.

Ahora que posee una fortuna de 350 millones de dólares, Álex quiere ser la cara de un grupo de inversionistas que adquiera un equipo, un paso de beneficios y un ingreso a un círculo de más peso y poder en las Mayores.

Independientemente del monto que aporte, Rodríguez busca seguir los pasos de Derek Jeter, su excompañero en los Yanquis, quien tiene el mando de los los Marlins de Miami, a pesar de ser un accionista minoritario.

Reportes tienen a Jeter con apenas un cuatro por ciento de acciones en los Marlins, pero su figura tiene una valía que supera con creces lo que ese porcentaje implique en términos económicos. Y más ahora que pertenece al Salón de la Fama de Cooperstown.

Lo mismo pasó con Earvin “Magic” Johnson en los Dodgers. La mayor parte del dinero para la compra de este equipo en 2012, uno dos mil millones de dólares, provino de los bolsillos de Guggenheim Partners, cuyo jefe es Mark Walter. ¿La cara de los Dodgers? “Magic”, un icono en Los Ángeles, adorado por millones de fanáticos tras sus años con los Lakers y quien sabe dirigirse al público especialmente para promover productos.

Estrategia inteligente

La pasada semana, el New York Post informó que Álex estaría interesado en reunir a un equipo de socios para adquirir a los Mets de Nueva York. Esto debido a que hubo un tranque entre la familia Wilpon, propietaria de la escuadra, y el multimillonario Steve Cohen.

A Rodríguez le conviene bastante que su nombre sea mencionado en ese tipo de coyunturas. Si lo de los Mets no se concreta, ya el mundo del béisbol sabe que tiene intenciones de asumir el control de un conjunto.

Álex, que ha hecho negocios en bienes raíces y otras áreas con saldos positivos, ha minimizado el daño que su imagen sufrió al final de su carrera.

Su persona ha recuperado ese ángel, lo que se evidencia en sus redes sociales y su fuerte presencia en transmisiones de serie regular y postemporada, y eso le concede puntos para ocupar un asiento en la jefatura de una organización en las Grandes Ligas, un salto cualitativo y cuantitativo para quien siempre ha soñado con sacarla con las bases llenas en la esfera empresarial.

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