En los últimos días de diciembre y en los primeros de enero se decía por lo bajo que el gobierno del PLD venía con una ofensiva que le permitiría a Gonzalo entrar en competencia con Luis Abinader.
El 13 de enero vino la “gran ofensiva” la caída primero y luego del congelamiento de la condidatura del continuismo peledeísta, en las palabras del presidente Medina quien tenga la logística gana las elecciones, y ahí mismo remató, junto a Gonzalo, diciendo que habrá cuartos para todos sus candidatos.

Parece que se les fue la mano, pues luego han salido altos dirigentes morados aclarando que los cuartos que mencionaron el Presidente y Gonzalo no serían aportados por el gobierno, a ver quién les cree.

La “ofensiva” pudo llegar a tiempo, porque 3 días antes, cuando el bueno de Cristóbal Marte mentó los nombres de Danilo y José Ramón Peralta un abucheo ensordecedor estremeció el Palacio de los Deportes, en un rechazo al oficialismo que sorprendió hasta a opositores.

Es cuesta abajo en su rodada que van, como cantó Gardel, pues el 14 de enero vino el primer golpe del mes cuando la encuesta Mark Penn/Stagwell, cuyos bolos canta Bernardo Vega, informó que el PRM había pasado a ser el primer partido, superando al PLD 37 a 31% y que Luis Abinader gana en todos los escenarios de la primera o segunda vuelta.

El lunes 20 Informativos Teleantillas, canal 2, dio a conocer en la voz de su acreditado director de Prensa, Juan Bolívar Díaz, una encuesta empresarial adelanta que el candidato Luis Abinader llega al 48%.Gonzalo se queda en 31% y el ex presidente Fernández figura por debajo.

En esa encuesta Abinader figura acercándose al 50+1 para irse en primera vuelta, como anoté en una columna anterior, y Gonzalo se queda frisado en alrededor de un tercio de apoyo del electorado.

Al día siguiente Medina y Gonzalo fueron a la Basílica de la Altagracia, ay, donde no les pudo ir peor, con el obispo llamando al electorado a optar por una propuesta que represente una “auténtica agenda nacional”, que en su razonar obviamente no existe, y que más bien representa Lujis Abinader, quien respetuoso y sonriente saludó al mandatario y a su esposa, y de ñapa a Gonzalo.

Cerró la visita el Presidente con un injusto y lamentable abucheo, que de alguna se busca por convertirse ilegalmente en un protagonista de la campaña, cuando debe ser un árbitro. Su representación del estado y gobierno dominicanos debe ser respetada por todos.

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