El domingo 16 de febrero se realizarán las elecciones municipales y el domingo 17 de mayo se realizarán las congresuales y presidenciales. Entre los analistas políticos se ha producido una interesante discusión en torno a si las elecciones de febrero influirán de manera importante en las de mayo o si, por el contrario, no tendrán incidencia.
De acuerdo a mi visión, los resultados de las elecciones de febrero serán determinantes en los resultados de las de mayo. Entiendo que quienes afirman que las elecciones municipales de febrero no van a influir de manera determinante en las de mayo, es porque tienen una gran debilidad.

Febrero sí define mayo. Los que creen que por haber varios candidatos presidenciales atractivos, las elecciones municipales no influirán en las presidenciales, están equivocados. El país político todavía no se define únicamente por un candidato que sea muy atractivo o que hable bonito, si ese candidato no tiene una sólida estructura nacional. Si por eso fuera, candidatos presidenciales como Guillermo Moreno, Minou Tavárez Mirabal, Max Puig, Fidel Santana o Vincho Castillo, hubieran alcanzado votaciones grandísimas.

La votación significativa de cualquier opción política depende de su capacidad de movilización nacional, de sus estructuras efectivas y de una gran maquinaria que mueve esos votos. Por eso la importancia de las elecciones municipales de febrero.

La realidad de quienes dicen que febrero no influye mayo, es que están muy débiles para esas elecciones y quieren esconder su debilidad con ese argumento. En la oposición hay dos posiciones frente a esto y las dos muestran mucha debilidad y falta de visión. La primera es la del PRM, partido que hasta hace unos días no tenía candidatos en algunas comunidades, y en otras tuvo que hacer una especie de “ven tú” para poder llenar las planillas de candidatos. En el caso del otro sector de la oposición, compuesto por un grupo de partidos pequeños y con menos capacidad de accionar, no tienen ninguna posibilidad de obtener una cifra significativa de alcaldías porque no tienen ni estructuras sólidas, ni liderazgos convincentes o experimentados, ni recursos para enfrentar a los dos poderosas maquinarias del PLD y el PRM. Ese grupo de partidos pequeños están soñando despiertos y pasarán por el proceso electoral de febrero sin mayor importancia.

Una situación diferente se presenta en el caso del PLD, donde todo apunta a que tendrá una participación sumamente exitosa. Todas las encuestas confirman que el PLD obtendrá entre el 60 y 75% de las alcaldías y directorios municipales. Y eso tiene fundamento en el hecho de que el liderazgo nacional del PLD sigue siendo muy fuerte, y la mayor parte de los candidatos que presenta son los más populares. Asimismo, los candidatos del PLD cuentan con el apoyo de la estructura electoral más efectiva de la historia, del gobierno y de Danilo Medina, el líder político principal de la nación y uno de los mejores presidentes de toda la historia.
Febrero sí determina mayo. El PLD lo sabe bien y por eso ha centrado todas sus fuerzas en ganar de manera contundente las elecciones municipales para luego ganar las congresuales y nacionales. Y todo apunta que así será, para bien del país y para bien de todos.

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