Desde los litorales de la cúpula del Partido de gobierno se siente mucho estrés. Las voces que se escuchan agreden y denotan frustración. Es como si quisieran justificar un daño que han hecho, pero buscando hacer a otros responsables.

En esa cúpula partidaria hubo genuflexión ante el Presidente Medina y lo dejaron hacer lo que él quiso; no lo contrariaron y se les sumaron. Todo porque sobrevaloraron su fortaleza, creyendo que el poder reside en los muros del Palacio Nacional.

El Presidente Medina arrastró a esa cúpula partidaria, porque creyendo en sus propias palabras, cuando dijo que perdió frente a Leonel la candidatura presidencial para el 2008 porque “el Estado lo venció”. Ahora ha demostrado creer que él dirigiendo el Estado puede vencer a Leonel.

Ni el Estado lo venció entonces, ni él con el control del Estado ahora va a vencer a Leonel. Lo que ha provocado, con su empecinado comportamiento, es un contexto político que ha llevado al fracaso al PLD y su gobierno.

Desde que el Presidente Medina empezó a gobernar, en el 2012, dió una clara señal al decir que había encontrado un maletín lleno de facturas con deudas. Recordemos que para esa fecha Temístocles Montás, también, acusó a Leonel de un fraude fiscal.

Ambos planteamientos no fueron casuales, sino acordados. Al pasar el tiempo se ha visto la intención de dañar.

Han pretendido dañar a Leonel, pero ese daño se lo han hecho al PLD; tan fuerte ha sido que están destruyendo la organización política de gobierno. En cambio, han provocado que a Leonel, y los que le acompañamos, se nos libere de responsabilidades por los desafueros que cometen desde el poder.

Leonel se ha situado en el liderazgo de la oposición, como resultado del firme rechazo a esos desafueros. Su perfil de Estado e histórico ha crecido a la vista de amplios sectores organizados y de la población. De ser Presidente del Partido gobernante, responsable inevitable de lo que el otro venía haciendo, ha pasado a ser el líder para enfrentarlo desde la oposición.

Aún más, Leonel es el favorito como candidato presidencial para derrotar al partido oficiale que hasta hace poco presidió. Tiene como su competidor el candidato del PRM, partido éste que no lograba mostrar una oposición convincente frente al Presidente Medina.

Leonel renuncia el 20 de octubre, y con él un grupo de nosotros, por lo que a la fecha de este artículo han transcurrido un mes y 13 días. En ese tiempo Leonel ha demostrado el fraude en las primarias, ha unificado la oposición, ha sido proclamado candidato presidencial y, ante el interés desde el Palacio para inhabilitarlo, el TSE ha fallado a su favor y la JCE ha inscrito su candidatura, apoyada por varios partidos. Actualmente avanza en la construcción del Partido Fuerza del Pueblo.

En la cúpula del PLD se ven demostraciones de irritación, frustración y dedos que señalando buscan responsables. Ninguno se atrevió a contrariar al Presidente Medina. El desenlace que habrá de producirse no tarda. Se están viendo fuera del poder. Reciben rechazos de muchas formas diferentes, propios del que está en una pendiente enjabonada.

Han puesto a unos pocos dirigentes a hablar, sin autoridad política ni legitimidad. Es oportuno que lo hagan, por ser su derecho y porque se incriminan.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas