Ganó el primer lugar del Premio Mujeres que Cambian el Mundo 2019, organizado por el Banco BHD León
Con el objetivo de potenciar el desarrollo de los productores y campesinos de Azua, Altagracia Beltré ha desarrollado diferentes iniciativas sociales en esa zona que han impactado la vida de más de 40 mil personas.
Su labor comenzó en la juventud, cuando formó parte de organizaciones juveniles y de mujeres. Para entonces, le hizo una propuesta para un proyecto a la organización Mujeres en Desarrollo Dominicana (Mude) que consistía en la producción de ganado para el sustento familiar. “Fue una experiencia muy bonita, impactamos la vida de decenas de familias”, manifiesta.
Luego, se le acercó a la antigua Oficina para el Desarrollo de la Comunidad (ODC). En esos momentos, 1981, se fue a San Juan y se formó en áreas de la agricultura, como la producción de hortalizas y soya.
“Esto me hizo mucho bien, porque a partir de ahí con los grupos de mujeres, que teníamos terreno disponible, comenzamos a producir hortalizas, lo que también llamó la atención de los hombres por producir esos frutos menores”, explica Beltré, quien tiempo después logró formar parte de la Federación Nacional de Asociaciones Campesinas.
En el 1986, Beltré pasó a la Federación de Productores y Campesinos Azuanos (Feproca). “Cuando comenzamos, lo que hice fue integrar a todas las comunidades de la zona. Recuerdo cuando tenía que ir a todas las localidades de Padre Las Casas, alrededor de 43, a las que a veces tenía que acceder a pie o en motor. Estuve trabajando con productores y mujeres fundamentalmente”.
Uno de los principales logros de Feproca, fue la construcción de la Cooperativa de Ahorro, Crédito y Servicios Multiples (Coopfeproca). Cuenta que el proyecto nació al ver que los productores no solo demandaban tierras, sino también recursos para mejorar su labor, “pero las del Gobierno eran insuficientes”.
“No podemos negar que fue difícil ese inicio. Teníamos que dar charlas diariamente a grupos de productores para que entendieran la labor que procurabamos desempeñar. Me iba con otro compañero a varias comunidades como Sabana Yegua y Villa Armando, hasta por cuatro días seguidos a trabajar”, dice. Coopfeproca se ha convertido, según afirma, en el pilar económico que ha venido a afianzar todos los demás proyectos.
Recuerda que uno de las iniciativas que encabezó en esos momentos, en conjunto con la entonces Secretaría Técnica de la Presidencia, fue sobre renovación de terrenos después del huracán George, “que consistía en el restablecimiento de las zonas que habían sido afectadas por ese fenómeno atmosférico”.
Se llevó a cabo con más de 300 productores y productoras ayudándolos a nivelar sus tierras, facilitándoles créditos, semillas, así como capacitación técnica por más de dos años.
Siguió con otra iniciativa enfocada en la producción de arroz. Consiguió con la hidroeléctrica de la comunidad de Los Toros, en Azua, la aprobación de un proyecto de producción de este cereal para pequeños productores.
Logró gestionar, además, a través de la organización Manos Unidas la aprobación de un programa de elaboración de silo metálico, un artefacto que les permitía a los productores guardar sus cosechas de habichuelas y arroz por un tiempo más largo. “Este fue un proyecto que impactó mucho, porque les brindaba a los agricultores la oportunidad de mantener sus productos el mayor tiempo posible y no vender a precios inferiores al que estimaban”, valora.
Betlé también obtuvo a través de la Embajada de Japón, la donación de naves para la construcción de una procesadora de arroz. Manos Unidas fue la entidad que donó los equipos para equipar la nave.
Asimismo, gestionó un centro de capacitación en conjunto con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), de donde se han graduado alrededor de 1300 jóvenes anualmente, en diferentes áreas técnicas como Comercio, Contabilidad, Ventas, Farmacología, y Manualidades.
Lucha por garantizar los derechos de las mujeres
Beltré trabaja con las mujeres, además de la línea como productoras, el área de la defensoría de sus derechos. Creó un club de madres que está enfocado en el tema de género. En esos encuentros lo que hacen es coordinar actividades con instituciones que manejan temas como la inserción de la mujer en aspectos políticos y sociales, pero también sobre sus derechos sexuales y reproductivos, así como la protección de la familia y los nuevos modelos de crianzas. “Hacemos más énfasis en las mujeres porque sabemos que hemos sido un grupo que ha sufrido muchas limitaciones, sobre todo aquellas que somos de campo. A través de esas charlas y talleres, las campesinas salen fortalecidas y con un enfoque muy diferente sobre lo que es ser mujer”, expresa.
