Quizás por el defecto de simulación que padecemos muchos dominicanos, secuela de los períodos de opresión padecidos durante tanto tiempo.
Secuelas de opresión agravadas por los niveles de envilecimiento a que ha sometido el PLD a parte del pueblo para imponer sus designios, he visto a personalidades reputadas de serias defender las actuaciones de la Junta Central Electoral.

No me voy a andar con rodeos. No creo que la JCE lo haya hecho bien pues resulta que prevalidos de su poder el presidente Danilo Medina, su PLD y candidato presidencial, Gonzalo Castillo, se burlan de las garantías que debe dar la Junta para que los electores tengan comicios libres y justos, al tenor de lo que dispone la Constitución.

La última demostración de la afirmación anterior es que apenas el sábado el presidente Medina anduvo por Santiago y La Vega, con todo y la parafernalia presidencial que se gastan nuestros gobernantes, amarrándole apoyos e impulsando abiertamente la candidatura de Gonzalo.

Castillo, de su parte, tiene colocadas en la vía pública de gran parte del país vallas que promueven su aspiración presidencial, dejadas ahí haciéndose el penco, cuando sabe él o sabe su campaña o saben los abogados, los del PLD o el gobierno, da igual, que esa propaganda viola la Ley Electoral.

La junta tiene la responsabilidad de garantizar la libertad, transparencia, objetividad y justeza de los procesos electorales.

Esos preceptos constitucionales están esparcidos por todo un andamiaje normativo que incluye otras prescripciones en la misma Carta Magna, consagradas incluso en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y en las leyes Electoral, de Partidos y de la Función Pública.

Objetivamente se ve que el presidente Medina le ha metido los mochos a la JCE, dejándola sin capacidad para cumplir el mandato del artículo 211 de la Constitución vigente, que dice: “Las elecciones serán organizadas, dirigidas y supervisadas por la Junta Central Electoral y las juntas electorales bajo su dependencia, las cuales tienen la responsabilidad de garantizar la libertad, transparencia, equidad y objetividad de las elecciones”.
La JCE no está cumpliendo la “responsabilidad de garantizar”, y si no puede contener los abusos del PLD y su gobierno, quizás lo mejor sería que sus miembros admitan que no pueden impedir lo que el poder abusador del gobierno del PLD se permite hacer con la regla.

Así entonces todos sabríamos a qué atenernos.

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