Bolivia

Bolivia navega hoy en los lodos, una combinación de factores que han dado lugar a la renuncia forzada del presidente Evo Morales, después de un proceso que ha devenido en violencia y desgobierno.

Bolivia navega hoy en los lodos, una combinación de factores que han dado lugar a la renuncia forzada del presidente Evo Morales, después de un proceso que ha devenido en violencia y desgobierno.

Habría que ir a los orígenes del conflicto. El presidente renunciante, que ayer solicitó asilo a México, país que se lo concedió de inmediato por “razones humanitarias”, forzó su permanencia en el poder, después de dos reelecciones sucesivas y terminando su tercer período. Primero auspició un referéndum para invalidar la prohibición de la reelección, el cual perdió claramente, y luego hizo que el Tribunal Supremo validara su repostulación, pese a la consulta que había perdido.

En las recientes elecciones, según los primeros cómputos habría una segunda vuelta electoral, el Tribunal Electoral suspendió el conteo, y posteriormente dio ganador al hoy renunciante presidente, lo que desató la ira de los opositores.

De todas formas, con el concurso de la Organización de Estados Americanos (OEA), Morales acogió la realización de una auditoría técnica a los equipos y a los cómputos, y al final, los técnicos concluyeron de la manera siguiente: El proceso electoral boliviano estuvo “viciado de nulidad”.

El informe final de la empresa Ethical Hacking que fue contratada por el Tribunal Supremo Electoral un mes antes de los comicios presidenciales para que hiciera una auditoría al sistema de Transmisión Preliminar de Resultados Electorales (TREP) y al cómputo definitivo, es contundente:

“No podemos dar fe de la integridad de los resultados electorales, debido a que todo el proceso está viciado de nulidad por la cantidad de alteraciones al código fuente del TREP, la cantidad de accesos y modificaciones manuales con el máximo de privilegios a las bases de datos en producción durante el proceso electoral y las inconsistencias del Software que fueron surgiendo en el TREP y el sistema de cómputo”, señala la auditoría.

Ante esa realidad, Morales propuso repetir las elecciones, pero la oposición arreció sus ataques en las calles y las denuncias. Luego vendría la renuncia “forzosa” del presidente, y prácticamente todo su gobierno.

Bolivia vive una situación caótica. Morales denuncia un golpe de Estado cívico-policial. Todo es penoso. Lamentamos que termine así y se quiebre la institucionalidad, pero él no es ajeno al desorden.

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