Ni es Luis-Leonel, ni va contra nadie, va contra algo

La Gran Coalición Electoral Por el Cambio, que conforme resaltaba ayer elCaribe lleva ya concertadas 24 senadurías, 14 del PRM y aliados y 10 de La Fuerza del Pueblo y aliados, tiene muchas virtudes y no daña a nadie en nada.

La Gran Coalición Electoral Por el Cambio, que conforme resaltaba ayer elCaribe lleva ya concertadas 24 senadurías, 14 del PRM y aliados y 10 de La Fuerza del Pueblo y aliados, tiene muchas virtudes y no daña a nadie en nada.
Va, eso sí, dirigida a cambiar el modelo de gobierno de la cúpula del PLD, que ha destartalado la institucionalidad democrática, ejecuta una pésima calidad del gasto público, deja que se hundan más de 156 mil millones de pesos al año en corrupción y despilfarro.

Mientras, el pueblo padece el descalabro de servicios públicos tan importantes como seguridad ciudadana y jurídica, educación y salud pública de calidad, seguridad social, falta de luz, agua y saneamiento.

Es una alianza basada en principios y valores que expresan la visión y el compromiso de cambio que sustenta Luis Abinader para establecer un gobierno en favor de los derechos de los ciudadanos, que garantice un sistema de justicia independiente, que impulse la generación de empleos y la competitividad económica .

La hora demanda unidad y conciencia histórica por la necesidad de cambios para rescatar la democracia. El profundo deterioro de la situación política demanda esfuerzos mancomunados en favor del pueblo.

El recorrido histórico de nuestra Patria revela que aún en las peores circunstancias de calamidad y opresión, surgen fuerzas sociales y políticas que pese a sus diferencias ideológicas y de gestión aúnan esfuerzos para colocar como objetivo prioritario la preservación de la institucionalidad democrática.

Estos acuerdos, limitados a los niveles congresuales son necesarios para tener un Congreso plural e independiente que cumpla sus funciones como primer poder del Estado. Un Congreso en el que ningún sector pueda ejecutar por su cuenta el gasto público, una imprudente política de endeudamiento o una reforma constitucional a su antojo.

Un Congreso que sirva de contrapeso democrático al Poder Ejecutivo, aunque sea el propio presidente de la República por nuestro Partido, Luis Abinader, quien gobierne.

Como parte de la crisis del PLD, en la que por cierto el PRM no tiene vela, algunos sectores plantean que esta es una alianza entre nuestro candidato Luis Abinader y el expresidente Leonel Fernández, absurdo e increíble, ya que ambos aspiran a lo mismo: la Presidencia en 2020.

Esta Gran Coalición Electoral por el Cambio no es un instrumento para destruir personalmente a nadie sino para cambiar inaceptables estilos de gobierno en los niveles de apertura e institucionalidad que demanda una democracia moderna.

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