Califican de inaceptable desalojo frente al Palacio de peregrinos de El Seibo

Diferentes sectores calificaron como inaceptable el desalojo de los campesinos de la provincia El Seibo, que por más de ocho días se encontraban en las inmediaciones del Palacio Nacional, y fueron desalojados la madrugada de este jueves.

Diferentes sectores calificaron como inaceptable el desalojo de los campesinos de la provincia El Seibo, que por más de ocho días se encontraban en las inmediaciones del Palacio Nacional, y fueron desalojados la madrugada de este jueves.

Los peregrinos del   municipio Vicentillo, de la referida provincia, exigen ser recibido por el Presidente Danilo Medina para que intervenga en las devueltas de más de  20 mil tareas que les fueron arrebatadas mediante un desalojo en septiembre del año 2018.

El senador por la provincia El Seibo, Cristian Méndez calificó como inaceptable este tipo de atropello contra estos campesinos que de forma pacífica se encuentran reclamando unos terrenos que por décadas fueron habitados por ellos.

«Es inaceptable, el pueblo dominicano no puede aceptar este tipo de atropello, esto realmente  paso a la historia, este tipo de cosas a personas indefensas que solo buscan que les devuelvan los terrenos que por más de 50 años han mantenido a sus familias», expresó Méndez.

De su lado, la presidenta de la Asociación Nacional de Enfermería (Asonaen), Francisca Peguero, denunció que fueron expulsados de las inmediaciones del Palacio de forma violenta y engañosa, alegando que las autoridades se hicieron pasar por paramédicos, como maniobra para desalojarlos del lugar.

«Este desalojo tiene dos expresiones, primero la falta de democracia y intolerancia política; segundo pone de manifiesto que la políticas agrarias del pueblo dominicano han fracasado, porque esos hechos que ocurrieron en El Seibo se dan en diferentes partes del país y eso es inaceptable», sostuvo Peguero.

De igual modo, el secretario de asuntos gremiales de Federación de Profesores de la UASD (Faprouasd), Pastor De la Rosa se unió al clamor de los peregrinos quienes tras ser desalojados de las inmediaciones del Palacio, fueron acogidos en la casa Misionera Dominicana del Rosario, de la iglesia Católica.

«Esto es un atropello, un abuso del Gobierno que no tolera el ejercicio y el derecho democrático  a las protestas. Es criminal como han tratado a estas personas, muchas de ellas envejecientes, con condiciones de salud delicada y otras condiciones», dijo De la Rosa.

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