Este método terapéutico facilita la comunicación, las relaciones interpersonales y el aprendizaje

Considerada como la literatura del corazón y el lenguaje universal de la humanidad, la música es una fuerza unificadora y liberadora. Los antiguos egipcios la empleaban para curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma, según revelan los papiros de Kahun que datan del año 1,500 antes de la era Cristiana. En nuestros tiempos, la ciencia estudia los efectos de la música en el cerebro y en todo el cuerpo humano. En el país, profesionales de la medicina la emplean en la rehabilitación, la educación y en programas de salud mental. Es el caso de Beatriz Abad, psicóloga clínica, quien emplea la musicoterapia en pacientes que tienen deterioro cognitivo y demencia, para evocar recuerdos y entrenar la memoria. La especialista asegura que sus pacientes se emocionan escuchando canciones de cuando eran jóvenes lo que les recuerda a algún ser querido.

¿Qué se entiende por musicoterapia?
Hace referencia al uso de la música o sus elementos, como el ritmo o la melodía, con fines terapéuticos. Es una técnica efectiva para tratar ciertas enfermedades o trastornos que afectan los pacientes.

¿Cuándo se somete a un paciente a musicoterapia?
Una vez definido el diagnóstico del paciente, el profesional diseñará el plan de acción para intervenir o tratar la situación identificada y, en ese punto, es donde se puede considerar la musicoterapia como técnica de intervención o como elemento de apoyo para complementar a otras técnicas. La musicoterapia resulta beneficiosa para los pacientes con demencia, incluso, en aquellos casos en los que el funcionamiento cognitivo ya está muy comprometido. La música es capaz de ‘acariciar’ las emociones del individuo provocándole sentimientos de alegría, felicidad o bienestar, porque posiblemente en algún punto inconsciente esas melodías o ese ritmo en particular se conectan con algún recuerdo significativo, al que ya no se puede acceder desde la conciencia. Este tipo de terapia nos permite alcanzar logros que de otra forma sería difícil observar, sin embargo, jamás podríamos diagnosticar una demencia a partir de la musicoterapia.

¿Cómo se da el proceso?
El proceso músico-terapéutico es dinámico, abierto, creativo y personalizado. Se puede trabajar de forma individual, grupal, en parejas o en familia. Además, los equipos de intervención de musicoterapia poseen formación en diferentes áreas profesionales como Psicología, Pedagogía, Música, Logopedia o Educación Especial, entre otras, lo que facilita el desarrollo de programas de intervención tanto especializados como interdisciplinares, dependiendo de cada necesidad en particular.

¿Cuáles son sus beneficios?
De forma general, la musicoterapia tiene como fin restablecer la salud de las personas. Facilita la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento y la expresión, satisfaciendo las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas de las personas. Además, es una experiencia sensorial que ayuda a estimular la mente, activando simultáneamente diferentes áreas del cerebro que despiertan experiencias a nivel cognitivo, emocional y físico.

¿En qué áreas es más favorable la musicoterapia?
En diversos estudios se ha demostrado que la musicoterapia es muy favorable tanto en rehabilitación, como en educación y en programas de salud mental.

¿Cómo reacciona el organismo mientras se está bajo este método?
El cerebro es el órgano regulador de la vida, puesto que desde ahí se coordinan todos los procesos físicos y mentales. Dicho esto, resulta fácil entender que si la música activa y estimula el cerebro, no sólo éste se beneficia en términos de estimulación de procesos cognitivos, sino que las sensaciones y los procesos que se generan en el cerebro, son trasladados a otras partes del cuerpo y a ciertas esferas de la conciencia encargadas de traducir estos mensajes en sensaciones de bienestar, de felicidad, de autocontrol, autoestima, predisposición para los aprendizajes, entre otros.

¿Desde qué edad se puede hacer uso de este método?
Es susceptible de aplicarse en todas las etapas de la vida, incluso, desde el vientre materno, se sabe que los bebés que aún no han nacido reaccionan a las vibraciones de la música y que éstas les generan sensaciones que les resultan más o menos agradables dependiendo del tipo de sonido al que son expuestos. Sonidos estridentes, usualmente, les resultan desagradables, causando agitación en el bebé mientras que sonidos agradables o familiares les resultan relajantes.

¿Quienes no califican?
La musicoterapia aplica para todos. Funciona incluso con personas con discapacidad auditiva independientemente de su grado de hipoacusia. Inclusive, las personas que no pueden percibir ningún sonido aprenden otras alternativas para suplir esta carencia. Aprenden a sentir las vibraciones de la música. Sentir el ritmo les hace moverse, bailar y así aprender a coordinar los movimientos corporales; obtener equilibrio y un mejor control de la postura.

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